Hay sitios a los que da gusto ir. Merecen mucho la pena por como te tratan, el cariño que emanan, la hospitalidad que rebosan. Y uno de esos sitios para mí es Aspe. Gente como Matías, Juanfran Asencio y Juani, «Chencho» o la familia Mira te hacen sentir como en casa, te sientan a su lado y te regalan la mejor de sus sonrisas. Son grandes embajadores de un pueblo hospitalario.

La última vez que tuve la oportunidad de comprobarlo fue el pasado viernes, en el restaurante Alfonso Mira, donde, además de lo anteriormente citado, imprimen una profesionalidad a todo lo que hacen difícil de igualar. Sin duda son unos anfitriones de primerísimo nivel. Fue todo un lujo, en lo personal y en lo gastronómico, compartir mesa y mantel con buena parte de la familia Mira, y muy especialmente con Marina y Teo, los padres de los hermanos Teo y Alfonso Mira. De su conversación entiendes cómo han llegado hasta aquí, que no es más que a base de tenacidad y esfuerzo. Comprendes de dónde ha sacado Teo, además del nombre, esa forma de ser cercana y perfeccionista para llevar la sala como a él le gusta y ser al mismo tiempo un dinámico y audaz maestro de ceremonias. O de dónde ha mamado Alfonso ese talento y capacidad de superación ante los fogones. No lo pueden negar. De tal palo...

Aspe Y LOS MIRa: la hospitalidad que se respira y se saborea

Y como fruto de ese tesón, de ese trabajo y profesionalidad, este 2023 se cumplen 25 años de su llegada al lugar que hoy es Alfonso Mira, tras las etapas en Castillo del Río y Lavid Restaurante. Un cuarto de siglo de un proyecto de vida que emprendieron desde abajo, como trabajadores, y por el que apostaron. 25 años vividos con la ilusión y la autoexigencia necesaria para dar siempre su mejor versión.

Y como máxima expresión, sus Encuentros Gastronómicos, todo un reto que lejos de agotarse con los años han llegado a su XXI edición con más fuerza que nunca y que se han convertido en una cita imprescindible en el panorama gastronómico nacional. Los XXI EGAM han reunido en el mismo evento 37 cocineros, 20 Estrellas Michelin y 25 Soles Repsol.

Para tener esta impresionante respuesta a la convocatoria los hermanos Mira se han convertido en embajadores de la cocina alicantina y aspense, recorriendo numerosos lugares con su paella debajo del brazo y los sarmientos secos de los viñedos del Valle del Vinalopó para elaborar frente a los asistentes su paella de arroz aspense con conejo y caracoles al sarmiento, seña de identidad de la casa. Enhorabuena en lo gastronómico y, sobre todo, en lo personal.