Las almendras, además de ricas son muy nutritivas. Es cierto que tienen un alto precio, sobre todo las fritas o tostadas. Es por eso que una alternativa para ahorrarnos unos eurillos es freírlas nosotros mismos. Gracias a la freidora de aire podemos conseguir que salgan igual de crujientes pero mucho más sanas.
Además, podremos echarle la sal a nuestro gusto, ya que muchas veces las que compramos tienen un exceso de sal que es perjudicial para nuestra salud.
Si utilizamos la freidora de aire para tostar las almendras, también conservaremos su alta calidad nutricional.
Además de almendras, también podemos freír otros tipos de frutos secos, como los anacardos o los piñones.
Ingredientes para hacer almendras fritas en air fryer
Hay unos ingredientes que debemos tener para preparar unas almendras fritas en la freidora:
- Almendras crudas con piel
- Aceite de girasol
- Sal
Solamente necesitamos estos tres simples ingredientes para prepararnos este picoteo perfecto que podemos acompañar con unas olivas y una cerveza fresquita o un vino.
Pasos a seguir para tostar almendras en freidora de aire
1. Lo primero que vamos a hacer es quitarle las pieles a las almendras. ¿Cómo se hace? Las metemos en un recipiente con agua caliente y esperamos unos cuantos minutos.
2.Dentro del agua, la piel de las almendras se irá despegando y será más fácil de quitar.
3. Una vez tengamos todas las almendras peladas, solo tenemos que recalentar nuestro air fryer a 205 grados durante 5 minutos.
4. Ponemos las almendras ya secas en un recipiente apto para este electrodoméstico con un chorro de aceite de girasol y una pizca de sal.
5. Lo mezclamos para que todas tengan la misma cantidad de aceite y sal, y las metemos en la freidora seis minutos a 185 grados.
Una vez pase ese tiempo, ya tenemos listas nuestras ricas almendras para disfrutarlas durante toda la semana como tentempié.
No tengo air fryer: Almendras tostadas en el horno
Si no tienes este electrodoméstico de moda, existe otra opción alternativa para tostar almendras de forma saludable: Solo tenemos que colocar nuestras almendras en una placa típica de horno con papel debajo.
Las dejamos horneando unos diez minutos o más a una temperatura máxima de 180 grados. Debemos llevar cuidado de que no se tuesten mucho, porque su sabor se puede volver un poco amargo.
