Pese a su pequeño tamaño, es una de las horchaterías más conocidas de Alicante. Hablamos de Horchatería Azul, en el número 38 de la calle Calderón de la Barca, en Alicante, y lo es sobre todo por la calidad de sus productos y por estar ahí «de toda la vida». El pasado lunes inició su nueva temporada.

El establecimiento lo abrió Alejandrina Candela Carbonell hacia finales de la Guerra Civil como «La Casita Azul». El primer documento que se conserva de su existencia es de 1942 y, según contaba Manuel Sorribes Candela, hijo de la fundadora, «fue cuando uno de los tres guardias que había por aquel entonces en Alicante le dijo a mi madre que ya era hora de dar la horchatería de alta».

Más tarde se incorporó también al negocio familiar la esposa de Manuel, María Tafalla, y ahora son dos de sus hijas, Mari Ángeles e Inmaculada, las que están al frente, aunque pronto alguno de sus hijos empezó a echar una mano «rallando limón», por lo que ya podemos hablar de cuatro generaciones de horchateros y heladeros.

El secreto del éxito de la horchata de "Azul"

Para Manuel Sorribes, que hasta su fallecimiento siempre que podía se acercaba por la heladería a ver cómo iba el negocio y que recordaba innumerables anécdotas de tantos años de trabajo, la clave de su éxito y continuidad es «no engañar a nadie, gastar los mejores productos, la elaboración diaria y seguir el método tradicional».

Esa parcela es ahora responsabilidad de Inma, quien explica que «compramos la chufa al mismo proveedor valenciano de siempre, que también son ya la tercera generación». La chufa se pone a remojo y se lava, en un proceso largo y laborioso, hasta que queda bien limpia. Luego se tritura, se pasa por el tamiz, se va mezclando con el agua y se le añade el azúcar, «aunque también hay sin azúcar», recuerda. El proceso no utiliza ningún tipo de conservantes ni colorantes y se hace a diario. El resultado es una horchata de sabor intenso a chufa y delicado a la vez, muy refrescante, con el punto justo de azúcar. «Nuestros clientes dicen que es la mejor horchata de Alicante», decía Manuel.

Mari Ángeles, que es la que está más «a pie de mostrador», destaca que sus clientes son también de toda la vida, «llevan años viniendo e incluso varias generaciones también». También tienen numerosas visitas de extranjeros, «sobre todo franceses e italianos», sobre todo tras la inclusión del establecimiento en 2015 en la guía TripAdvisor, que le concedió su certificado de excelencia.

Los helados, una perdición

Helados con bollo del "Azul" HORCHATERÍA AZUL

Pero no es sólo la horchata el producto que se puede destacar en Horchatería Azul. También mantienen el mismo respeto por los métodos tradicionales y la utilización de los mejores ingredientes en la elaboración de productos como el café o el limón granizado y el agua de cebada, para la que utilizan azúcar moreno de Isla Mauricio, en el Índico.

Otro de los apartados que merecen y mucho la pena es el de los helados, «por algo somos socios fundadores de Helados Alacant», recordaba Manuel. El de mantecado y el de turrón son los que más éxito tienen y una buena opción es tomarlos dentro de un bollo. Una «perdición».

Una buena recomendación es degustar sus rollos morenos, un producto de lo más alicantino servido también por el mismo proveedor desde hace años, o con horchata o con agua de cebada, dejando que se empape bien para que luego se deshaga en la boca.

Si lo tomas en casa, porque en público queda un poco así, puedes incluso hacerlo como hacíamos de críos, partiendo el rollo por la mitad y metiéndolo en el agua de cebada dejando una parte fuera para poder chupar por ahí y hacer que llegue el refrescante líquido hasta la boca. ¡Qué tiempos!