Mercadona vende sus exclusivas torrijas artesanas hasta el 19 de abril

El proveedor Mercapastry es el encargado de elaborar este producto, disponible en distintas tiendas

La fabricación casera es la clave para conseguir su sabor dulce y una textura esponjosa

Estas caseras torrijas se pueden encontrar en algunas tiendas que la compañía tiene ubicadas en la provincia de Alicante.

Estas caseras torrijas se pueden encontrar en algunas tiendas que la compañía tiene ubicadas en la provincia de Alicante. / INFORMACIÓN

Con la llegada de la Semana Santa, Mercadona vuelve a poner en sus lineales uno de los productos más esperados por los amantes de la repostería tradicional: sus exclusivas torrijas artesanales. Fiel a su cita anual, la cadena de supermercados —con presencia física y venta online— apuesta por una receta elaborada con mimo y respeto por la tradición, que estará disponible hasta el próximo 19 de abril en una selección limitada de establecimientos.

No se encuentran en todas las tiendas, sino solo en aquellas ubicadas en zonas donde este dulce goza de una fuerte demanda por costumbre local. Así, las torrijas de Mercadona podrán adquirirse en puntos concretos de la provincia de Alicante, la Región de Murcia, la Comunidad de Madrid, Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Andalucía.

Imagen de la elaboraciónd de las torrijas.

Imagen de la elaboraciónd de las torrijas. / INFORMACIÓN

En el caso de Alicante, el producto está disponible en los supermercados situados en Guardamar, Orihuela, Pilar de la Horadada, Santa Pola, Torrevieja, Benidorm y San Fulgencio, municipios donde las torrijas se han convertido en una tradición que vuelve cada primavera.

El éxito está en su receta

El secreto de su éxito está en la receta, elaborada por el proveedor Mercapastry, que mantiene un proceso artesanal en cada fase de producción. Todo comienza con un pan brioche horneado hasta alcanzar una textura suave y esponjosa. Este pan se corta en rebanadas gruesas, que después se sumergen en una mezcla de leche infusionada con piel de limón natural y canela en rama.

Tras ese primer baño de sabor, cada rebanada se coloca sobre bandejas y se gira manualmente, una a una, con delicadeza. El objetivo: lograr que la mezcla impregne de forma uniforme toda la pieza. Una vez conseguido, las torrijas se rebozan en huevo batido y se fríen en aceite vegetal limpio, con un preciso control de temperatura para evitar que se resequen o pierdan jugosidad.

Por último, se escurren y se dejan enfriar para empapar en azúcar. Finalmente, se envasan en cajas de cuatro unidades, pensadas para conservar tanto el sabor como el espíritu de uno de los postres más emblemáticos de estas fechas.

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