Alicante es una ciudad perfecta para hacer una escapada de fin de semana. Las múltiples conexiones que ofrece el Aeropuerto de Alicante-Elche y sus vuelos baratos o la posibilidad de llegar en AVE, hacen de Alicante un destino estupendo para pasar un par de días y disfrutar de sus rincones, playas y gastronomía. Además, la provincia ofrece una gran variedad de paisajes en los que perderse. Te contamos qué hacer en Alicante en tres días.

Día 1: Visita al centro de la ciudad y el casco histórico

Lo mejor que puedes hacer al llegar a Alicante es pasear por el centro para tener una primera toma de contacto con la ciudad. El paseo de la Explanada, con más de 500 metros de pavimento con ondas de mosaico de colores, el puerto y la playa del Postiguet ofrecen unas vistas ideales para empaparte de la ciudad. En pleno casco histórico se encuentra también la Concatedral de San Nicolás,  construida sobre los restos de una mezquita, y la Basílica de Santa María, la iglesia más antigua de la ciudad, de estilo gótico valenciano.

PLANES EN ALICANTE | Turistas paseando por la Explanada de Alicante. Jose Navarro

Muy cerca de la Basílica de Santa María, encontrarás un pequeño callejón (Calle Luzán) donde podrás sacar una foto perfecta del Castillo de Santa Bárbara y la silueta de la "cara del moro" que se recorta en el perfil del Monte Benacantil.

Desde allí te recomendamos que subas al Barrio de la Santa Cruz, el paraíso del postureo en Instagram. Sus casitas blancas son el escenario perfecto para inmortalizar tu escapada Alicante. Para subir al Barrio de la Santa Cruz te recomendamos usar calzado cómodo ya que cuenta con muchas escaleras y solo se puede acceder a pie. Además, podrás visitar la Ermita de la Hermandad de la Santa Cruz y el Parque de la Ereta, donde encontrarás unas preciosas vistas de la ciudad.

El barrio de Santa Cruz celebra las Cruces de Mayo

El barrio de Santa Cruz celebra las Cruces de Mayo Pilar Cortés

De regreso al centro de la ciudad deberás hacer una parada obligatoria en el Mercado Central de Alicante, un edificio del siglo XX con estilo modernista que fue bombardeado el 25 de mayo de 1938, durante la Guerra Civil Española, por la aviación italiana. Dentro del propio mercado se pueden observar algunos objetos que quedaron de aquel día, como el reloj que se detuvo en el instante del bombardeo, las 11:19 horas.

Podemos acabar el día visitando los puestos del mercadillo de la Explanada o tomando algo en una de las terrazas de la zona.

PLANES EN ALICANTE | Turistas juegan en las playas de Benidorm. David Revenga

Día 2: Sol, playas y fiesta

La ciudad de Alicante y los alrededores cuentan con un clima agradable y templado durante la mayor parte del año, lo que invita a disfrutar de sus playas. Tanto si disponemos de coche como si vamos en transporte público (autobús o TRAM) recomendamos pasar la primera parte del día paseando o tomando el sol en alguno de sus arenales como la Playa del Postiguet, Playa de San Juan o El Campello. Donde encontraremos además chiringuitos y lugares estupendos para comer.

Si hay una ciudad turística por excelencia en la provincia de Alicante, esta es sin duda: Benidorm. Podemos llegar a ella en la L1 del TRAM si lo cogemos en la Plaza de los Luceros, donde también encontraremos uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, escenario de la mascletás en Hogueras.

Una vez en la ciudad de los rascacielos no hay tiempo para aburrirse y tenemos ocio para todos los gustos. Desde música en directo, terrazas, discotecas o simplemente visitar el mirador del Castillo de Benidorm y pasear por sus magníficas playas.

PLANES EN ALICANTE | Panorámica de la ciudad de Alicante desde el Castillo de San Fernando con el Benacantil iluminado al fondo. HECTOR FUENTES

Día 3: Vistas, relax y museos en la ciudad de Alicante

Podemos empezar nuestro último día en Alicante subiendo al castillo de Santa Bárbara para maravillarnos con sus vistas de la ciudad. En la fortaleza nos encontraremos con tres recintos principales que pertenecen a épocas distintas: La Torreta del siglo XIV, las estancias del recinto intermedio como el Salón Felipe II, antiguo Patio de Armas, el Baluarte de la Reina, entre otras, y el Revellín del Bon Repós (siglo XVIII).

Una vez en lo alto entenderemos por qué el Castillo de Santa Bárbara fue una fortaleza estratégica a lo largo de la historia.

Para acabar nuestra visita a la ciudad podemos visitar alguno de los museos. El MARQ es una buena opción si nos decantamos por la historia, ya que el Museo Arqueológico de Alicante cuenta con numerosas exposiciones permanentes e itinerantes que nos muestran de forma muy didáctica los vestigios del pasado.

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Si somos más de arte, el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA) y el Museo de Bellas Artes Gravina (MUBAG) son visita obligada.