Mario Picazo, el hombre del tiempo de Telecinco, se ha revelado como un auténtico aventurero en su nuevo programa 'Climas Extremos', un formato producido por La Lupa Produccions, Atmosférica y La Quimera Audiovisual que se emite en Televisión Española.

Nieve, niebla, frío e incluso tornados, nada se le resiste al meteorólogo que, acompañado de su amigo de juventud Oriol Gispert, se adapta sin problemas a la vida de las gentes de los más inclementes parajes del planeta contagiando a todos su pasión por la naturaleza.

El valenciano nos abre las puertas de su casa en la sierra de Madrid, donde vive desde hace once años junto a Laura, su pareja, una periodista con la que ha tenido dos niños, Miguel y Bruno, de nueve y cinco años. Sentado en el salón, su rincón favorito, con unas envidiables vistas al parque natural de La Pedriza, nos desvela cuales serán sus próximos destinos.

- ¿Cómo surgió la idea de 'Climas Extremos'?

- Como meteorólogo me han fascinando siempre los climas extremos y un día hablando con mi gran amigo Oriol Gispert, un experto en documentales y formatos de ese tipo, me sugirió que lleváramos mi pasión a televisión. Nos conocimos estudiando, los dos llevábamos muchos años en televisión pero nunca habíamos trabajado juntos y ha sido una experiencia muy buena. Empezamos a cocinar la idea en 2004.

- ¿Qué nos queda por ver?

- Muchas cosas, hemos hecho niebla, frío, seco y tornados y tenemos pensados hasta veintiséis más, entre ellos nieve, tormentas de arena, el sitio con más viento, el pueblo más alto del mundo o el lugar más contaminado del mundo pero esos no está claro para que cadena los haremos. El programa es una coproducción de La Lupa Produccions de Oriol, Atmosférica que es mi productora y La Quimera Audiovisual, con Televisión Española nos comprometimos para hacer los primeros capítulos, los demás dependerán de nuevos acuerdos.

- ¿Cuándo descubriste que lo tuyo era la televisión?

- Mi antiguo trabajo era investigación pura y dura tras el ordenador hasta que un amigo me dijo que estaban buscando un meteorólogo para televisión y como había dado clases y me manejaba bien en público pensé que podía hacerlo bien. Al principio parecía un palo tieso frente a la cámara pero me di cuenta de que podía evolucionar. Mi nuevo estilo de comunicación gustaba a la gente y eso me dio pie a seguir adelante.

- ¿Qué te ha dado la pequeña pantalla?

- Muchas alegrías, me ha quitado privacidad pero me ha permitido dedicarme a lo que me gusta y transmitir mis conocimientos a la gente.

- Ahora mismo eres el más veterano de todos los hombres del tiempo...

- Sí, no me gusta decirlo pero es así, los más mayores se han ido jubilando y soy el más mayor.

- Llevas dieciséis años presentando el tiempo, ¿te sientes querido?

- Sí, mucho, el cariño de la gente es una de las cosas que más me llenan, hacer lo que te gusta y además saber que a los demás les sirve es fantástico.

- Lo habéis tenido que pasar mal rodando esta serie...

- Sí, no me quejo porque aunque son destinos extremos, como meteorólogo lo vivo mucho. Me encanta viajar y si además es con amigos, mejor. Hay momentos duros porque son climas muy intensos, días muy largos, condiciones duras de trabajo y algún que otro momento de riesgo.

- ¿Donde habéis pasado más inclemencias?

- Ha habido momentos un poco dramáticos en los que nos ha costado salir adelante, como al lado de un tornado o metidos dentro del agua a sesenta grados bajo cero. La parte técnica ha sido especialmente dura, si no se congelaban las cámaras, se llenaban de polvo del desierto y si no empezaban a caer los truenos.

- ¿Cómo haces la maleta para un viaje así?

- Depende del lugar, a Siberia me fui con dos grandes maletones, mucha ropa de abrigo y todo tipo de capas, también teníamos que llevar muchas pilas para la cámara. Poco a poco hemos aprendido a ser muy eficientes y llevar cada vez menos peso.

- Nos has permitido ver una imagen mucho más alocada de ti...

- Sí, la información del tiempo no permite muchas licencias, es una cosa seria y debe ser tratada con rigor pero salir fuera a grabar y además ir acompañado de amigos siempre hace que seas más natural. He sido yo mismo, intento no cortarme porque se trata de hacer un formato cercano, que acerque al espectador la cotidianidad de la gente que vive en climas extremos, adaptarse a la vida que siguen los habitantes del lugar forma parte del rigor del programa.

- ¿Cual crees que ha sido el secreto del éxito?

- Por los comentarios que me han llegado creo que lo que ha gustado ha sido lo novedoso del programa y la naturalidad con la que lo hacemos, además la imagen está muy bien tratada, hemos incorporado una buena música y el clima hoy en día vende mucho, es un tema de conversación y de moda.

- Por qué elegiste la sierra para vivir...

- Me crié en un entorno rural y la naturaleza me encanta, me parece el más agradable de los lugares para vivir y para los niños es estupendo.

- ¿Qué te gusta hacer cuando no estás trabajando?

- Normalmente tengo las mañanas libres, me levanto y me voy a trotar por la sierra. Montar en bici, correr y escalar suelo hacerlo a menudo. Me encanta pasar tiempo con mi chica y con los niños, especialmente los fines de semana y organizar alguna que otra comida con los amigos. No es que no me guste holgar pero teniendo niños en casa suele haber mucha actividad.

- ¿Es difícil verte enfadado?

- Mucho, tengo mis momentos pero son pocos, no suelo exteriorizar mucho mis sentimientos así que es difícil notármelo. Me enfado a veces pero rápidamente lo dejo pasar.

- ¿Te has adaptado bien a la televisión siendo un científico?

- Sí, he asumido que la tele no es un laboratorio y aunque echo mucho de menos la investigación he comprendido que no puedo compaginarlo todo. En el fondo soy un científico, disfruto la parte televisiva pero para lo que me forme fue para la ciencia y el rigor, hice un doctorado en meteorología e investigué durante muchos años en laboratorios pero es imposible compaginar las dos cosas, lo hice durante un tiempo y acabé loco. No digo que un día deje la tele, la vida tiene etapas y tal vez venga una nueva pero de momento estoy a gusto donde estoy.

- ¿Cual es tu rincón favorito?

- El salón, tenemos unas maravillosas vistas al parque natural que transmiten paz y tranquilidad.

- ¿Cómo se te da la cocina?

- Muy bien, cada vez me meto menos entre fogones pero como buen valenciano soy experto en arroces. Mi padre me enseñó a hacer paella y llevo años practicando.

- ¿Alguno de tus hijos quiere seguir tus pasos?

- No quiero obligarles, les hace gracia verme en televisión pero quiero dejarles que sean lo que ellos quieran, con lo único que me pongo pesado es con los temas de la sostenibilidad, me preocupa que aprendan a cuidar los recursos. Miguel tiene nueve años y Bruno cinco.

- Como científico, ¿estás preocupado por el planeta?

- Todos deberíamos estarlo, hay cosas irreversibles dentro del clima que ya están pasando, probablemente no hagamos nada hasta que ocurran cosas más graves pero lo que sí que deberíamos es ser realistas y que la gente sepa realmente lo que está pasando. Debemos preocuparnos por la sostenibilidad, cada vez somos más en el planeta y los recursos son limitados. Cosas como reciclar y aprender a gastar menos agua son vitales.

- ¿Eres un aventurero?

- Lo soy, siempre lo he sido. Me gustaría viajar mucho más de lo que lo hago pero tengo otras prioridades como querer estar con los míos y no puedo permitírmelo. De hecho soy un gran privilegiado en ese sentido, mi familia acepta que viaje y se que no es fácil para el que se queda.

- ¿Cuanto tiempo llevas con tu chica Laura?

- Déjame pensarlo bien, no quiero que se enfade: once años. (Ríe)