La mujer como objeto decorativo o simplemente sexual ha tenido una gran presencia en la historia de la televisión de España. La mujer florero, que agrada al público por su imagen, ha sido un elemento común en ciertos programas que han permanecido en nuestra memoria audiovisual.

La televisión dio a la figura femenina el rol de acompañante, de azafata o, simplemente, de atrezzo. Para resultar decorativas sus indumentarias eran minúsculas y provocativas. Además, una sonrisa se dibujaba en su rostro, inmutable a los acontecimientos.

¿Quién no recuerda el baile de las Mama Chicho o las de Cacao Maravillao a principios de los 90? Las primeras participaban en el programa 'Tutti Frutti' y su canción pegadiza era tarareada por toda la audiencia. Las bailarinas lucían un diminuto bañador y una gran corona de colores mientras decían: "Tócame Chicho si mama no mira porque si nos ve, nos va a hacer casar".

Un formato muy italiano que copiaba a su homónima Canale 5, de Silvio Berlusconi, y que buscaba entretenimiento, frivolidad y desenfado.

Las Mama Chicho llegaron a convertirse en el icono de la cadena junto a las Cacao Maravillao, de VIP noche; algunos sectores críticos de la época lo calificaron como Tele-teta. Las Cacao también tenían una coreografía de lo más reproducida que, además, sumaba el factor exótico de Brasil.

Pero estas bailarinas de vestuario ligero se quedan a años luz de las azafatas Chin-chin de '¡Ay qué calor!'. Las pruebas del programa les pedían enseñar un pecho o desnudarse para mantener la atención de la audiencia.

Esos sí, el presentador Luis Cantero era el único que no se desnudaba. Si los concursantes perdían los puntos podían solventarlo con un striptease: 15.000 puntos si ellos se quitaban los pantalones y ellas el sujetador.

'Las noches de tal y tal' también han pasado a los anales de la historia televisiva por sus imágenes casposas. La escena de ver a Jesús Gil, por aquel entonces alcalde de Marbella, dentro de un jacuzzi y rodeado de jóvenes en bikini todavía hoy pone los pelos de punta. El programa se emitía desde Marbella tenía como principales ingredientes las entrevistas, el humor y las actuaciones musicales. El presentador, desde su propio jacuzzi, daba su opinión en su peculiar modo de todo aquello que pensaba.

Otro clásico de Telecinco que hoy en día no podría emitirse en televisión, era el programa 'Goles son amores', presentado por Manolo Escobar. El espacio se encargaba de analizar la jornada de Primera División pero con humor y actuaciones. La clasificación de LaLiga se repasaba con una pasarela de chicas que vestían escuetos uniformes de cada club. El programa fue calificado de chabacano y vulgar durante el tiempo que permaneció en emisión.

Aunque eran otros tiempos, programas actuales como 'MYHYV' o Gran Hermano han reproducido actitudes machistas. De hecho, una tesis doctoral de las facultades de Periodismo de Huelva, Cádiz, Córdoba y Sevilla, elaborada por Carmen Irigoyen, fue contundente en sus conclusiones, recogidas en el diario.es: "El programa emite estereotipos que vulneran fuertemente los derechos de las mujeres". Y adviertía "no debemos pasar por alto el comportamiento insano de la adolescencia en nuestro país".

Todavía queda mucho por hacer para mejorar la presencia de la mujer en televisión, sobre todo el apartado de los Consejos de Administración y gestión. Pero el rol que ha jugado la televisión en educar en la igualdad es evidente. Sólo es cuestión de coger perspectiva y ver cómo eran los contenidos audiovisuales de hace diez años a cómo son ahora.