A Pau Donés se le había despertado de nuevo el monstruo del cáncer y sabía que su historia llegaba a su fin, por lo que quería que le hicieran una entrevista, la última. Y tenía que ser Jordi Évole. Con lo que llamó al artífice de "Salvados" y le invitó a que subiera al valle de Aran, en mayo, en plena pandemia, para grabar una conversación que le pudiera sobrevivir. El resultado es un documental, "Eso que tú me das", en el que hablan con naturalidad de la vida y la muerte. La película, una producción de Atresmedia Cine y Producciones del Barrio, se estrena hoy en 245 salas de cine de la mano de Warner. Y en el 2021 llegará a la televisión.

"Cuando vean esto, yo seguramente estaré muerto", dice Donés mirando a la cámara, como en las películas en las que al protagonista le tiene acorralado el malo. "Pero aquí hay un bueno", dice el cantante refiriéndose a Évole, a quien le dio la enorme responsabilidad de difundir su legado. Y este aceptó, aunque con dudas: "Pregunté a su doctora, Elena Élez, qué reacción tendría en los enfermos de cáncer". Y ella le dijo que Pau siempre quiso dar visibilidad a la enfermedad. Luego tuvo que decidir qué haría con la película.Recaudación solidaria

"En televisión hay mucho 'fast food' y teníamos la sensación de que debía tener una digestión más lenta", advierte. Con lo que optaron por pasarlo en los cines. "Así se recupera lo que es la tradición de volver a las salas", dice Évole. "Y esto nos permitirá donar nuestra parte de la recaudación al VHIO ( Vall d'Hebron Institute of Oncology). Ojalá recaudemos mucho", desea el periodista.

Évole admite que acudió nervioso a la entrevista. La más difícil. "Vas sin un manual de instrucciones", confiesa. Pero, superado el primer punto de tensión, "todo fluyó", asegura. La impresión que le produjo ver al cantante consumido por la enfermedad fue fuerte, pero se diluyó cuando tras sus ojos todavía muy vivos y su voz en ocasiones quebrada apareció Donés. "Eso es algo mágico", dice.

Y esa magia llega al espectador, que en pocos minutos olvida esa dura imagen y se contagia de su serenidad, de una paz que no impide que el cantante repita irónicamente "yo no quiero morir. Ahora no me va bien", mientras rememora aspectos de su vida, en la que tiene una gran importancia su familia, sobre todo su hija, Sara, de 15 años.

La montaña rusa de emociones a la que lleva esa conversación en la casa familiar, que tiene su epílogo con el paisaje aranés como fondo, pasa por la reflexión y la emoción. "Aunque Pau y yo llegamos llorados a la entrevista", señala. Pero también hay espacio para el humor. Con momentos como cuando Évole le pregunta: "¿'Bonito' y 'Depende' son la misma canción?" o le dice: "Le puedes decir a tus 'haters' que este es tu último disco de verdad". Algo que tenía preparado "para que la charla no fuera lacrimógena y para pasara muy rápido". Y lo logró."Sin amarillismo"

¿Y por qué Évole? El periodista, que se enorgullece de un documental que no busca el morbo, porque, dice, le "incomoda el amarillismo", piensa que fue por la charla para la promo del programa Lo de Évole, de la que Donés salió contento. "Y porque Mercedes Milà le dijo que no", bromea. Marc Donés, hermano del cantante, sí lo sabe: "Pau te llamó porque tenía claro que eres muy honesto y que ibas a plasmar esa necesidad que tenía de hablar y explicar cosas. Para mí lo has hecho de 10".

De la conversación con un Donés que moriría dos semanas después, Évole se queda "con la reflexión sobre el miedo y la constante invitación a vivir". Y espera que sea útil para visibilizar la enfermedad en su última etapa y que lleve a reflexionar sobre la muerte. "Algo en lo que nos han educado demasiado. Porque, además de un nacimiento, hay un morimiento". Y hay que prepararse. Esa es la gran lección que deja Donés.