Atención a Silvia Laplana, la nueva reina de la información meteorológica. Se la puede ver en La 1 casi a las cuatro y media de la tarde, y protagoniza el cotizado espacio de El tiempo más largo de cuantos se emiten en TVE en la actualidad, muy cercano a los quince minutos. Que se pasan en un santiamén.
La seguridad de Silvia, su aplomo, su profesionalidad, y esa capacidad casi sobrehumana para no titubear a pesar de la velocidad de su oratoria hacen que cuando la ves en acción no puedas hacer zapping hasta que se desaparece de la pantalla. Por más que esto del tiempo sea como una película de sobremesa del domingo: que antes de empezar a verla siempre sepas el final.
Pero ver a Laplana en plató en todo un espectáculo. Cuando una hora antes irrumpe con Ana Blanco para dar un avance de lo que contará después ya da gusto ver cómo se hace con la situación, en riguroso directo. Esa es la buena televisión. Si el minuto de oro, hoy por hoy (dicho en general, Eurocopa aparte) viene unido a la información meteorológica, TVE ha encontrado en Silvia Laplana, a la que podríamos definir con la antidiva, un verdadero tesoro.
Alejada de los estereotipos de los hombres y mujeres modelo, carne de modelaje y de pasarela, Silvia Laplana es una mujer de carne y hueso, una profesional de primera, de esas que sabe tanto de lo suyo y lo comunica tan bien, que no había mejor elección a la hora de ponerla frente unas cámaras. Además, se percibe tan humilde y cercana que apetece que le den más cancha. Como hicieron con Jacob Petrus. Buena gente que de verdad merece la pena.
