En las últimas semanas, la corriente negacionista afirma que las vacunas contra el coronavirus están dejando un objeto metálico en el cuerpo que podría ser un microchip. Las redes se han llenado de vídeos de personas pegando metales a su cuerpo y muchos de los que negaban la existencia del virus ahora afirman que los medios están tapando este supuesto fraude. Sin embargo, ayer 'Espejo Público' se hizo eco para demostrar que evidentemente se trata de un bulo.El colaborador Diego Revuelta abordó el asunto y explicó que una enfermera antivacunas de Ohio ha intentado hacer esta demostración en un comité legislativo estatal. La sanitaria se adhiere una pila al cuerpo, pero tras pocos segundos se acaba cayendo al suelo por la ley de la gravedad.

El experimento también se produjo en plató. El colaborador preguntó a Susanna Griso, recientemente vacunada, si le importaba probar a colocarle un tenedor en el brazo donde recibió el pinchazo de la vacuna y donde supuestamente estaría el objeto metálico. "No quiero ser carne de memes y de negacionistas", avisó ella.

La presentadora accedió y Revuelta colocó el tenedor en su brazo, que durante unos pocos segundos se quedó pegado. Sin embargo, cuando la presentadora puso su brazo en vertical, el tenedor cayó por su propio peso. Aún así, Griso quiso saber la razón por la que se había adherido aunque fuera unos pocos segundos, a lo que le explicaron que el sudor o las cremas pueden causar este efecto que no dura más.