El actor escocés Brian Cox ya tenía una sólida carrera en los escenarios y el cine antes de que le llegara el gran papel de su vida, el del multimillonario Logan Roy que maneja con mano de hierro su poderoso conglomerado empresarial (y más aún a sus hijos) en 'Succession'. Pero con la publicación de sus memorias, el intérprete de 75 años ha dejado claro que en la vida real tampoco tiene pelos en la lengua, como su personaje de la serie de HBO.

En la autobiografía de Cox publicada recientemente en EEUU, titulada 'Putting the Rabbit in the Hat', el actor no solo habla de sus experiencias vitales fuera y dentro de la pantalla, sino que también arremete contra algunos compañeros de profesión, como Johnny Depp, Michael Caine, Steven Seagal y Quentin Tarantino.

Uno de los que sale peor parado es el protagonista de 'Charlie y la fábrica de chocolate' y 'Sweeney Todd', con el que curiosamente nunca ha trabajado. El patriarca de los Roy podría haber coincidido con él en 'Piratas del Caribe', pero rechazó un papel en la película en la que Depp interpretó al excéntrico y memorable Jack Sparrow.

"Depp está sobrevalorado"

Las críticas de Cox, sin embargo, no hacen referencia a la actitud de su compañero, sino profesionalmente hablando. "Aunque estoy seguro de que es muy majo, es exagerado y está sobrevalorado. A ver, 'Eduardo Manostijeras'. Seamos realistas, si tienes unas manos así y te han maquillado para dejarte pálido completamente y con cicatrices, no tienes que hacer nada más. Y así fue. Posteriormente, ha hecho menos aún", escribe sobre él.

Más incisivo es contra Steven Seagal, con el que compartió escenas en 'The Glimmer Man'. "Es tan ridículo también fuera de las cámaras como cuando aparece en pantalla. Busca transmitir una serenidad que está muy estudiada, como si estuviera en un nivel superior al resto. Lo cierto es que estaba en otro nivel, pero probablemente no sea uno superior", recalca. Y añade que "sufre el síndrome de Donald Trump de pensar que es mucho más capaz y talentoso de lo que realmente es".

Tarantino, rimbombante

Cox también dispara contra uno de los directores más taquilleros, Quentin Tarantino. "Considero su trabajo rimbombante. Todo es superficial. Puros giros de guion en lugar de profundidad. Estilo donde debería haber sustancia. Me fui del cine cuando vi 'Pulp Fiction'", confiesa. Aunque reconoce que no renunciaría a trabajar con él. "Dicho esto, si sonase el teléfono, lo haría, por supuesto", apunta.

Tampoco se salva una de las grandes leyendas británicas de la interpretación, Michael Caine. "No diría que Michael estuviera entre mis favoritos, pero, claro, es Michael Caine. Es toda una institución. Y ser eso siempre será mejor que tener un buen nivel actoral", deja caer.

También tiene para Edward Norton, con el que trabajó en 'La última noche', y para David Bowie. "Es buen tipo, pero un poco irritante porque se imagina a sí mismo como guionista y director", dice del primero. Del segundo escribe que era "un actor no particularmente bueno".

Elogios para Reeves, Freeman y Rickman

En contrapartida, tiene elogios hacia compañeros como Keanu Reeves, Morgan Freeman y Alan Rickman. Del protagonista de 'Matrix' dice que los años le han permitido avanza. Del actor de 'Seven' y 'Million dollar baby', que es "un absoluto caballero". Y al intérprete que dio vida al temido profesor Severus Snape de la saga Harry Potter, fallecido en 2016, lo calificó como "uno de los hombres más dulces, amables, agradables e increíblemente inteligentes".

También tiene buenos recuerdos de Spike Lee, al que considera "uno de los mejores directores" con los que ha trabajado. Y han sido unos cuantos.