Cuando parece que todo se ha dicho acerca de lo que sucedió en las residencias de mayores de nuestro país en el transcurso del confinamiento y meses sucesivos llegó Repor a aportar su grano de arena al espinoso asunto. Y qué duda cabe que lo ha hecho a su manera. Sin músicas de fondo que palíen el drama de lo que se cuenta. Cada maestrillo tiene su librillo, y lo que lícitamente emplean otros programas aquí no tiene lugar.
Vicenç Santclemente, después de sus etapas como corresponsal en el extranjero y como director de Ràdio 4, ha debutado en el programa con el trabajo Residencias: después del colapso. Un documento necesario, contundente, que va directo al corazón de los espectadores puesto que en media hora que nos deja exhaustos expone numerosos puntos de vista. Los testimonios de los familiares que no pudieron despedirse de los suyos, de los profesionales de los centros, de los especialistas, de las empresas privadas que cuentan su versión, se suceden a tal velocidad, que es imposible sustraerse al vértigo del relato. Un relato al que es imposible poner distancia puesto que todos en mayor o menor medida asistimos a casos particulares que nos golpearon con dureza.
Inasequible al desaliento, el equipo de Repor continúa trabajando desde la semiclandestinidad, en el Canal 24 Horas, estrenando reportajes comprometidos que TVE debería sacar de debajo de las alfombras y mostrar a la audiencia, compitiendo con Salvados, con Évole o con lo que se ponga por delante, en la misma línea de periodismo peleón que lucha contra la injusticia. Pero sin saber por qué, ahí continúa, escondido, pese a sus interesantísimas historias: las chicas del servicio de atención al discapacitado, el cannabis, las segundas oportunidades… Un enigma.
