En Pasapalabra suele prevalecer el compañerismo aunque no siempre es así. El programa vivió esta semana un momento muy tenso entre los contrincantes. Orestes, uno de los concursantes más conocidos del programa se enfrentaba a Marisa, una madrileña que lleva ya cuatro programas y tres derrotas frente a su rival. El miércoles la competencia sana que suele reinar en el ambiente del espacio televisivo se vio enturbiada por un gesto de Marisa que indignó a la audiencia.
Momentos de tensión en Pasapalabra
Orestes y Marisa se encontraban en la parte final del programa respondiendo a las preguntas de El Rosco. El burgalés tenía 154 segundos para resolver la prueba mientras que la madrileña tenía 145. Menos de 10 segundos de diferencia que no inclinaban la balanza a priori hacia ninguno de los dos concursantes. Así comenzaron a responder cada uno en su turno y Orestes terminó la primera vuelta con 20 aciertos mientras que su contrincante había resuelto solo 10 palabras. Sin embargo, el tiempo que le restaba a cada uno también era diferente. El veterano concursante tenía solo 41 segundos para seguir acertando palabras mientras que Marisa tenía aún 79 segundos.
El antideportivo gesto de Marisa en Pasapalabra
En un momento del programa, Orestes manifestó que tenía dudas con respecto ala respuesta correspondiente a la letra N. "Tengo un dilema, porque tengo una ciudad que creo que está en Sicilia, pero no sé si en Cerdeña, aunque habiendo opciones vamos a jugar", señaló el participante. A continuación, optó por responder Nuoro y falló. En ese momento se produjo un hecho insólito y que sorprendió tanto al presentador del programa como a la audiencia y al resto de integrantes de la mesa en ese momento. Marisa, no pudo ocultar su felicidad ante el error de su contrincante y en lugar de lamentarse ( como sí hicieron el resto de presentes en la mesa y el público) se puso aplaudir.
La respuesta de la audiencia ante ese tenso momento
Este gesto no pasó desapercibido para nadie y los comentarios en redes sociales no tardaron en aparecer criticando la actitud poco deportiva de Marisa ante el fallo de su compañero.
Al final, la madrileña logró vencer a Orestes y ganar su primer programa y 600 euros tras las tres derrotas anteriores. Sin embargo, muchos de los telespectadores no le perdonan el antideportivo gesto de aplaudir el error de su rival. Sin embargo, algunos también se ponen de su lado y critican la "falsedad" de otros concursantes que fingen lamentar cuando su contrincante falla cuando en realidad por dentro están felices.
