Las confesiones sexuales durante una cita son peligrosas. Pueden salir bien o pueden salir mal. Pueden incitar a una segunda cita para averiguar más o pueden tener el efecto contrario, que la otra persona quiera salir pitando.

En la cita de Magda y Felipe ha sido más bien lo segundo. Aunque empecemos por el principio. Magda tiene 50 años y dos hijas. Se define como una persona muy sensual, muy sexy a la que le gusta gustar y que lleva desde el confinamiento entrenando con una youtuber. Magda considera que ya le tocó la lotería en el amor una vez, por eso duda de que la suerte vaya a tocar a su puerta una segunda. Y desde luego que Felipe no es el premio gordo que ella esperaba.

A Felipe le gustan los toros (hasta el punto de querer tatuarse uno), su bici, su moto y ha sido feriante. A Magda no le gusta. “No es el tipo de hombre que me gusta y no es viejo, parece antiguo a pesar de ir muy moderno”, dice ella, aunque él ha tenido la impresión contraria.

La cita ha ido de mal en peor porque a Magda no le gustaba nada de lo que Felipe le contaba. Si le decía que montaba en bici, ella decía que no se le notaba. Si le contaba que había trabajado en una feria, sí eso sí se le notaba. Si le decía que trabajaba en la hostelería ella le espetaba: “libras lunes y martes, el amor de mi vida”.

Muy intensos

En lo poco que han estado de acuerdo ha sido en que los dos son personas muy intensas, cuando están mal, están muy mal, pero cuando están bien, están muy bien. Y ahí es cuando Felipe (que parece que no se estaba enterando de nada) se ha venido arriba y ha decidido contarle la anécdota de cuando se desvirgó con su ex pareja.

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“Mi mujer y yo nos desvirgamos juntos. Ella era reacia y cuando estábamos calientes los dos siempre me rehuía. Porque es lo que yo digo: no hay mujer frígida sino hombre inexperto”, sentenciaba. Pero la anécdota continúa: “resulta que su tío le había dicho que la que está desvirgada se le nota al andar”.

A Magda, obviamente no le ha hecho ni pizca de gracia. Si unimos esto a que Felipe es de derechas, lo ha tenido claro. Adiós muy buenas.