En First Dates, el conocido programa de televisión en el que las personas buscan el amor, puede ocurrir de todo. Lo normal es que, durante la cita, los dos desconocidos traten de averiguar si tienen feeling con la persona que tienen enfrente. Las primeras impresiones pueden no ser fiables, pero la mejor manera de conocerse es a través de la conversación y dejándose conocer mutuamente. Aunque algunos no siempre esperan a la llegada de su cita para lanzarse a encontrar pareja, como ocurrió con esta participante que se llevó un zasca de Matías.

Cristina, una mujer de treinta y tantos años que fue en busca del amor a First Dates, no pudo esperar para conocer a su cita. Esta participante alegre y entusiasta no pudo resistirse a los encantos de Matías, el atractivo camarero del programa, y nada más llegar al restaurante le pidió una cita.

Y es que el barman del programa se deshizo en cumplidos hacia Cristina, asegurando que le gustaba el color de su pelo y su conjunto. Tras esto, ella no dudó en pedir una cita al apuesto camarero: “A ver si vas a querer tener una cita conmigo… ¿Quieres una cita conmigo?”.

Pero él declinó su propuesta, explicando que no podía aceptarla debido a su trabajo. “No puedo, tengo mucho trabajo, mi amor. Me encantaría, pero no puedo”, explicó Matías minutos antes de la llegada del verdadero acompañante de Cristina que, un tanto decepcionada, no perdió la esperanza de encontrar el amor en el programa.

Finalmente, Cristina conoció a su verdadero acompañante, Allan, un jugador de rugby francés que cumplió con muchos de los requisitos que ella buscaba en un hombre. La velada transcurrió entre risas y gestos cómplices entre los desconocidos, que aseguraron tener mucho en común.

Tras la cena, llegó el desenlace, en el que Cristina y Allan decidieron marcharse juntos del programa con la esperanza de que ese fuese el comienzo de una relación. Así que Cristina se llevó un chasco, sí, pero también un posible novio.