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Tómatelo en serie

'¿Quién es Anna?': una buena historia demasiado alargada y complicada

En la primera creación de Shonda Rhimes ('Anatomía de Grey', 'Scandal') para Netflix se echa en falta la precisión matemática de los dramas generalistas

Anna Chlumsky (Vivian) en ’¿Quién es Anna?’.

¿Quién es Anna? ★★★

Creadora: Shonda Rhimes

Dirección:  David Frankel, Tom Verica y otros

Reparto: Julia Garner, Anna Chlumsky, Laverne Cox, Anders Holm

País: Estados Unidos

Duración: entre 59 y 75 min. (10 episodios)

Año: 2022

Género: Drama

Estreno: 10 de febrero de 2022 (Netflix)


En su primera verdadera creación para Netflix (solo produjo 'Bridgerton'), Shonda Rhimes se divierte y, a menudo, divierte con la recreación libérrima de las peripecias de Anna Delvey, aquella supuesta heredera alemana que entre 2013 y 2017 estafó a bancos, hoteles, grupos de inversión, filántropos y VIPs de toda clase en su camino hacia la creación de un club exclusivo, el ADF (Anna Delvey Foundation), con espacio prioritario para el arte. Toda una artista de la estafa, la rusa Anna Sorokin saltó al imaginario colectivo, sobre todo, gracias al reportaje de Jessica Pressler para 'New York' que sirvió de inspiración para una serie que no necesita tergiversar en exceso la aparente verdad para resultar delirante y burlona. 

Entre ser cuento moralizador o manual para el crimen, '¿Quién es Anna?' se decanta casi más por lo segundo, al menos en su recta inicial. Anna (Sorokin) Delvey ganará seguramente en estatura mítica gracias a la serie y, sobre todo, su mejor carta, la inmensa labor de Julia Garner como mentirosa de altos vuelos; una interpretación que ahora puede sacar oro caricaturesco del artificio más insensato, pero poco después, o a veces al mismo tiempo, desarmar con ráfagas de sinceridad emocional. 

Nuestro cicerón en la historia es Vivian Kent (Anna Chlumsky), una Pressler ficcional que trabaja no para 'New York' sino 'Manhattan' y cuyos problemas personales y laborales ocupan casi tanto metraje como la fantasía criminal de Sorokin. '¿Quién es Anna?' no es un retrato de mujer, sino de mujeres, con punto de vista femenino y también feminista: tanto estafadora como periodista sufren de un modo u otro el hecho de ser mujer en el mundo, enfrentadas día tras día a miradas condescendientes, diferentes raseros o, en el caso de Kent, la dificultad para conciliar las ambiciones profesionales con la maternidad. Aunque Anna no le pone las cosas fáciles ("¿Estás embarazada o solo muy gorda?"), Vivian acaba conectando en cierto modo con su peliagudo objeto de estudio, al que conoce sobre todo por las historias que cuentan otros.

Hablamos de viejos amigos descubiertos por Instagram como la entrenadora de famosos Kacy Duke (Laverne Cox), la aspirante a cineasta Neff Davis (Alexis Floyd) o el estilista de moda Val (excelente James Cusati-Moyer, nominado al Tony por 'Slave play'), quienes tienen versiones distintas sobre el origen de la fortuna familiar, la nacionalidad e incluso los apetitos sexuales de Sorokin. Mejor parece conocerla su antiguo amor/socio Chase Sikorski (Saamer Usmani), entrepreneur digital basado en el 'Futurista' mencionado en el artículo de Pressler. Cada visión enmaraña un poco más el retrato robot en lugar de refinarlo, de definirlo algo mejor. 

En honor a la verdad, debemos advertir que '¿Quién es Anna?' no acaba de ser la gran, gran serie que pudo haber sido. El problema no es, ni mucho menos, su falta de seriedad. El problema es que tampoco acaba de despuntar como 'soap opera' de alta gama. Al cambiar de ABC a Netflix, Rhimes se puede permitir un lenguaje más explícito, pero con el traslado llega también la aparente imposición de hacer capítulos excesivamente largos (la mayoría superan la hora y el quinto dura 75 minutos); se añora la precisión matemática de la televisión generalista tradicional. Además de drama de estafas y periodístico, '¿Quién es Anna?' es drama legal, como si Rhimes quisiera resarcirse del fracaso de 'For the people'. Es demasiadas cosas cuando en realidad, quizás, solo necesitaba ser fiel a la fabulosa farsa de Sorokin

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