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'Lilyhammer', 10 años de la serie que cambió la historia de la televisión (sin que nadie se enterara)

La primera producción original de la plataforma Netflix, estrenada hace justo una década, fue una serie noruega protagonizada por el músico Stevie Van Zandt

Algunos de los personajes de ’Lilyhammer’, con Stevie Van Zandt (el segundo por la derecha).

Se cumple esta semana el décimo aniversario de uno de esos hechos trascendentales cuya importancia nadie alcanza a ver en el momento en que se producen. Un hito que cambió para siempre la historia de la televisión y que, al mismo tiempo, pasó completamente desapercibido. Ocurrió el 6 de febrero de 2012. Ese día, una empresa californiana que había nacido como un servicio de alquiler de películas en DVD a través del correo postal y llevaba unos pocos años funcionando como plataforma de vídeo bajo demanda estrenó en Estados Unidos y Canadá los ocho capítulos de la Temporada 1 de su primera serie de producción propia. La empresa se llamaba Netflix. La serie, ‘Lilyhammer’. Y era noruega.

¿Cómo se convirtió una serie noruega, rodada en una pequeña ciudad de Noruega y hablada parcialmente en noruego en el primer “contenido exclusivo” de Netflix? La clave hay que buscarla en la presencia del músico Stevie Van Zandt, guitarrista de la E Street Band y mano derecha de Bruce Springsteen, que, después de haberse estrenado con éxito como actor en la serie de HBO ‘Los Soprano’, recibió un día una extraña propuesta que el sentido común más elemental invitaba a rechazar de plano. Y dijo sí.

Un mafioso en Noruega

Entusiasmados con el trabajo de Van Zandt en ‘Los Soprano’, donde interpretaba al ‘consigliere’ del capo de un clan mafioso de Nueva Jersey, los guionistas Eilif Skodvin y Anne Bjornstad aprovecharon un viaje del músico a Bergen (estaba produciendo un disco del grupo noruego Cocktail Slippers) para hacerle una visita en su hotel y anunciarle que habían escrito una serie expresamente para él. La trama, le explicaron, giraba en torno a un gánster neoyorquino que, después de testificar contra un cabecilla de la Mafia, entraba en un programa de protección de testigos y se mudaba a Lillehammer, en el interior de Noruega, para comenzar una nueva vida.

A Van Zandt no le tentaba en principio lo de volver a interpretar a un mafioso en una serie de televisión, pero sí le seducía, en cambio, la idea de rodar en un país extranjero. Skodvin y Bjornstad le aseguraron, además, que podría ser guionista y productor, una circunstancia que acabó decantando la decisión del músico: no solo aceptó el papel sino que se involucró a fondo en el proyecto. Pero no tardó en darse cuenta de que la productora noruega Rubicon, encargada de sacar adelante la serie, no disponía del dinero necesario para cubrir ni siquiera los gastos del rodaje, de manera que tuvo que buscar un acuerdo con una empresa norteamericana que permitiera llevar la cosa a buen puerto.

Una empresa "desconocida"

Tras una tentativa infructuosa con el canal de televisión Starz, Van Zandt se puso en contacto con Ted Sarandos, nuevo responsable de contenidos de “una empresa desconocida llamada Netflix”. Así es como lo explica él en su reciente libro de memorias ‘Flechazos y rechazos’. Netflix buscaba en ese momento proyectos para estrenarse en el campo de la producción y acababa de cerrar un acuerdo para hacer una adaptación de la serie británica de intriga política ‘House of Cards’. Sarandos no necesitó una segunda reunión para embarcarse en ‘Lilyhammer’: ofreció un millón de dólares por episodio para dos temporadas de ocho episodios cada una. Y añadió un sorprendente anuncio final: “Vamos a poner todos los episodios a la vez”.

Ningún canal había hecho antes algo así, y Van Zandt se quedó comprensiblemente descolocado. “Cielos, Ted, ¿estás seguro de que es la estrategia correcta? Quiero decir, ¿primero te matas a trabajar y luego alguien puede ver tu trabajo de todo un año en una noche? Eso me parece un poco raro”. La respuesta de Sarandos dejó al músico sin argumentos: “¿Y qué me dices de matarte a trabajar en un disco durante un año y que alguien lo escuche en una hora?”. “Y así -escribe Van Zandt en ‘Flechazos y rechazos’-, fue como asistí a uno de esos momentos decisivos en los que hay un cambio de paradigma”.

‘Lilyhammer’, con su mezcla de comedia, drama y paisajes nevados, se estrenó en la primera cadena de la televisión pública noruega, NRK1, el 25 de enero de 2012 y obtuvo una audiencia récord de 998,000 espectadores. Dos semanas más tarde, el 6 de febrero, Netflix puso los ocho capítulos de la primera temporada al alcance de sus abonados en EEUU y Canadá. Un momento histórico aunque nadie se enterara. La serie fue cancelada al cabo de tres temporadas (en la tercera, por cierto, aparece Bruce Springsteen interpretando al hermano del protagonista) y no hizo demasiado ruido. Para entonces, ‘House of Cards’, estrenada en febrero de 2013, ya había hecho su triunfal irrupción en los premios Emmy y había asociado la marca Netflix a un nuevo estilo de hacer televisión.

Pero ‘Lilyhammer’ fue la primera. 

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