Adriana Cerezo saboreó este sábado con amargura el podio en los Juegos Olímpicos de Tokio al alzarse con la plata en su especialidad de hasta 49 kilos tras una actuación arrolladora que encumbró el taekwondo español pero no fue suficiente para ella.

Cerezo salió a la pista sonriendo, celebrando antes de comenzar una final que se tomó con más cautela y cabeza fría que los combates anteriores y en el que terminó derrotada por un ajustado 11-10 cuando restaban siete segundos por una patada certera de la tailandesa Panipak Wongpattanakit, número uno del mundo y bronce en Río 2016.

La hasta ahora considerada promesa española de este deporte, convertida ya en referente, reconoció la victoria de su rival entre lágrimas de frustración, pues su meta en Tokio era el oro. La madrileña rozó lo más alto del podio a pesar de combatir sin el arrojo del público en las instalaciones deportivas prácticamente vacías preparadas expresamente en el centro de convenciones Makuhari Messe de Chiba, al este de la capital.

Cerezo aseguró la primera medalla para España tras vencer por 39 a 19 en semifinales a la turca Rukiye Yildirim, cuarta del mundo, en un enérgico combate en el que abrió el marcador con una patada en la cabeza y en el que presionó con golpes y patadas al cuerpo sin dejar que las penalizaciones mutuas la distrajeran.

Con tan sólo 17 años, la benjamina de la expedición española en Tokio se ha convertido en la cuarta medallista olímpica española más joven en una categoría individual, tras las gimnastas Carolina Pascual y Patricia Moreno, y el boxeador Faustino Reyes.

En su camino a la final, la madrileña, siempre con una colorida cinta rosa fucsia en el pelo, su amuleto, sorprendió con su primera victoria ante la serbia Tijana Bogdanovic, subcampeona en Río 2016 y número dos del mundo, a la que derrotó por un holgado 12-4.

Tras ella se enfrentó a la que ha dicho considerar una de sus ídolos, la china Wu Jingyu, leyenda del taekwondo, con dos oros olímpicos (Pekín 2008 y Londres 2012) y tricampeona mundial, a la que derrotó de forma implacable en cuartos de final en dos asaltos por diferencia de puntos (33-2) con una sucesión de golpes certeros. Bogdanovic y Wu disputarían posteriormente la repesca, en la que la serbia se alzó con uno de los dos bronces que entregan en esta disciplina gracias a la repesca. La otra fue a parar a la israelí Avishag Semberg.

El avance de Cerezo a la final dejó fuera de la competición a la colombiana Andrea Ramírez Vargas, que había quedado pendiente de la repesca tras perder contra Yildirim en un ajustado 30-31.

En la categoría masculina de hasta 58 kilos, que se disputó de forma alternativa con la femenina de -49 kg, el debutante español Adrián Vicente Yunta cayó en cuartos de final ante el surcoreano Jang Jun, que termino con bronce en la repesca, metal que se le escurrió al argentino Lucas Guzmán ante el ruso Mikhail Artamonov.

El oro masculino de hoy fue para el italiano Vito Dell'Aquila y la plata para el tunecino Mohamed Jalil Yendubi.