Señor Medina, reconozco que de momento está ganando la batalla informativa, mejor propagandística, en el contencioso con la Policía Local. La gran mayoría considera que casi quinientas mil pelas de sueldo es una pasta excesiva. Yo también; el problema está en que es falso, al menos para muchos de los guardias que apenas sobrepasan, y usted lo sabe, las doscientas cincuenta mil líquidas. Eso es lo que llega a la nómina, con lo que asume sus gastos mensuales. Dar el bruto en función de informes tendenciosos donde acumula las horas extras que les obligó a hacer para su éxito electoral es una mentira a medias y por ello le llaman Pinocho. No le faltan al respeto, le retratan según la máxima de que por sus obras los conoceréis.Nunca se ha comportado imparcialmente con la Policía Local, se ve que aún no ha olvidado las pitadas que le dieron a Cartagena en su cara y que hizo doblegarse al ilustre predecesor, obligado a aprobar horarios y salarios razonables. O el enfrentamiento con algún número, como el ejemplar y preparadísimo agente Oceta, al que ha perseguido con saña enfermiza. Más que un jefe, usted se comporta como un niño rencoroso y repelente. Y que lo sepa todo el mundo, el jefe de la Policía es usted.

Hasta los implicados reconocen que su sueldo, tras el último convenio, es bueno. Se lo puso usted solito, ¿o no lo recuerda? Y refrendado con los votos de todo el PP. Lo que no admiten los afectados es que se les intente quitar unas treinta mil pesetas al mes sobre lo que ganan actualmente. ¿Cuántos de los que hoy creen que usted tiene la razón permitirían una rebaja inmotivada de tal calibre en su nómina? Máxime cuando de mutuo acuerdo paralizaron las mejoras del convenio último, aprobado por usted, que es quien pone los sueldos que ahora le espantan, ante la crisis económica que padece el ayuntamiento. Paralizan las mejoras que les harían ganar hoy en torno a las trescientas mil al mes y en agradecimiento usted les propone un recorte de medio millón al año.

¿Ha informado a la gente de lo que gana un funcionario de similar categoría? ¿Ha explicado que los guardias del entorno comparable como Torrevieja, Murcia, etc, cobran sueldos parecidos? ¿Ha dicho alguna vez que asumen más horas que el resto de funcionarios municipales? ¿Que su jornada laboral empieza a las seis y no a las ocho? ¿Que hacen turno de noche? ¿Que no perdonan fiestas y fines de semana, también laborales para ellos? ¿Que en su quehacer se precisa pistola pues se enfrentan con peligros desconocidos por otros y cada vez más graves? ¿Que las bonificaciones que les niega por ir al juzgado son para declarar delante de delincuentes que registran sus caras, ellos y sus familiares, y que es falso eso de que van varias veces en un mismo día? ¿Que llevan armas con más de veinte años de antigüedad y que no hacen, por su culpa, las dos prácticas de tiro reglamentadas al año? ¿Que llevan coches que pierden los asientos del conductor en las persecuciones o que tienen que sonar la sirena de alarma con la boca como los chiquitos porque no funcionan? ¿Que, por su mala planificación, muchas noches sólo hay dos coches o menos para todo el municipio y que lo saben los malos? ¿Que Orihuela no ha dejado de crecer en población y delitos y que los cuerpos de seguridad, por su dejadez, no van a la par? ¿Que carecen, como el resto de funcionarios, de un plan de formación continua y promoción reglado y transparente? ¿Que las mejoras de algún funcionario, con cargo sindical, dejan en pañales a las de sus asesores y que nada se ha oído sobre esa discriminación? ¿Que muchos guardias son interinos y por tanto carecen de atribuciones como la seguridad ciudadana, sin que haya tenido empacho en mandarlos a realizar esas funciones, ilegales, razón por la cual no pueden portar armas? ¿Que no le ha temblado el pulso a la hora de firmar horas extras cuando de defender la Luz de Las Imágenes se trataba, por puro interés electoral? ¿Que no ha dejado de subir los sueldos de concejales o asesores desde que llegó a la Alcaldía y que estos sí cobran pagas dobles íntegras? Aporte públicamente sus emolumentos brutos, que en su caso se adaptan mejor a esa fórmula si atendemos a las tareas que realizan.

Le han demostrado que mintió respecto de sus sueldos, que amañó las nóminas deliberadamente, que incluyó las horas extras que les forzó hacer para promocionarse de cara a las últimas elecciones con el dinero de todos. Si tuviese algo de dignidad ya se habría ido, engañar al pueblo es lo único que no admite una democracia madura, pero usted nos ha convertido en una república bananera, de acusicas y pelotas subvencionados, de aspirantes a concejales y de tontos a secas.