No todos los alicantinos saben que esa institución tan querida en nuestra ciudad como es el Instituto Jorge Juan tomó su nombre siendo Abelardo Rigual Magallón, al que ayer tristemente despedimos, su Director. Esto sucedió el 29 de Enero de 1960, presidiendo Abelardo el Claustro de Profesores.

Abelardo, Don Abelardo para tantísimos estudiantes que han pasado por las aulas del Instituto Jorge Juan, ejerció de Catedrático de Ciencias Naturales desde el año 1943 hasta su jubilación en 1986 y como Director desde 1955 a 1960.

Volcado en la docencia durante 43 años, cultivó además con ejemplar dedicación su otra gran vocación, la botánica. En este sentido, fueron fruto de su estudio silencioso y constante sus Herbarios sobre la Flora Alicantina que hoy se conservan en la Universidad de Alicante y en el Instituto Jorge Juan, y que constituyen una herramienta importante para los científicos que desean conocer la vegetación de nuestras comarcas.

Lo conocí en Junio de 1979 cuando me incorporé al Instituto como profesor. Por aquellos años, nadie excepto él, conocía con tanto detalle la Flora de nuestras Sierras. Así lo pude comprobar en las escapadas al campo que hacíamos muchos domingos. Era una delicia acompañarle en los repasos que hacía del estado de la vegetación caminando por las Sierras de Alicante y digna de admirar su portentosa memoria. Con gran sencillez, casi sin darle importancia, iba explicando detalles de la vegetación. Fueron excursiones inolvidables.

Abelardo había iniciado en 1952 sus trabajos para la Tesis Doctoral de la mano del Dr. Salvador Rivas Goday. «Él fue realmente el que me polarizó en los estudios de Botánica – comentaba Abelardo– y fue mi maestro y padrino de la tesis Doctoral que hice sobre la Vegetación y Flora de la Provincia de Alicante".

Con esta Tesis obtuvo el Grado de Doctor por la Facultad de Ciencias de la Universidad de Madrid con la calificación de «Sobresaliente cum Laudem» en el año 1967 y al año siguiente, le concedieron el premio Extraordinario de Doctorado. Dicha Tesis fue publicada por el Instituto Gil Albert de la Diputación.

Abelardo fue un científico hecho a sí mismo. Llegó a una ciudad todavía sin Universidad, sin estamento académico y sólo con su esfuerzo y a través de sus estudios botánicos enriqueció el panorama científico. Su obra fundamental «Flora y Vegetación de la Provincia de Alicante» carece de todo provincialismo. Es la suya una obra abierta al saber científico del momento así como fuente de consulta imprescindible para botánicos expertos y aficionados. Su tesis doctoral, sus artículos científicos y su herbario recogen su gigantesca y callada tarea de muchos años y hoy somos muchos los afortunados que podemos seguir disfrutándola.

Y somos finalmente afortunados porque en nuestras memorias quedará siempre el recuerdo de un hombre bueno, un científico honesto y un buen padre de familia.

Para ti, Magdalena, y para los tuyos, un beso muy fuerte.

Luis Fletcher es profesor del Instituto Jorge Juan y fue compañero de Abelardo Rigual.