Es nuestra obligación estar atentos a todo lo que se mueve. Bueno, no a todo, esto sería imposible. Aunque ante algunos actos o gestiones culturales, que se realizan en esta ciudad, casi es mejor reservar el comentario, ya que a pesar de las críticas y argumentos en contra se sigue trabajando de la misma manera, con el perjuicio evidente que eso comporta. De tal manera que a veces es preferible no verlas, son malas para la salud, resultan inconsecuentes, retrógradas, sin ningún sentido constructivo.

Estos días se ha inaugurado una nueva exposición de La Asociación de ¿Artistas? Alicantinos. Que, digo yo, que podrían llamarse pintores, escultores, acuarelistasÉ, sería lo lógico, pero se autodenominan artistas. Nadie puede negar el derecho al individuo de expresarse libremente o manifestarse pintando, esculpiendo, haciendo cerámica... Pero lo que sorprende, sobre todo a los que están en esto del arte y que tienen una trayectoria más que avalada, no es que se hagan estas exposiciones, sino que sean los máximos representantes políticos de las instituciones culturales, municipales y provinciales, que se supone deberían cuidar eso de la Cultura, los que apoyen a estas asociaciones o colectivos, dándoles un apoyo institucional, como si fueran algo importante y no lo que en realidad son, una asociación de más o menos aficionados a los que se debe respetar, evidentemente, pero ofreciéndoles cursos y talleres, posibilidad de exposición y contratación de sus trabajos, pero no adjudicándoles fondos y recursos que deberían ir dirigidos a profesionales más cualificados, ya que no se trata de contentar a determinados sectores sino a la sociedad en su conjunto y esto no se puede hacer con una mala información sino con criterios consensuados que ayuden a la promoción de los valores de la cultura.

En estos días, a bombo y platillo, un gran centro comercial ha traído la colección de un cinéfilo, sobre la saga de La Guerra de las Galaxias. El éxito está más que asegurado con unas piezas de diseño futurista, que son ya el centro de atención de niños y mayores, nostálgicos de las batallas en el espacio de George Lucas. Comparada con la actividad que se hace en Alicante desde instituciones como la Diputación, ésta es una muestra más que loable. Bromas aparte, el diseño de los objetos, trajes, máscaras, naves, robotsÉ es muy interesante. Eso sí que es acertar. Qué pena que en la Diputación no se hayan dado cuenta de la jugada, y se contenten con la visión del arte un tanto decadente de estas exposiciones con tan escasa repercusión, tan fuera ya de los tiempos.