No puedo imaginar en toda la historia de la Medicina una muestra de filantropía tan enorme como ésta". Es la frase que Edward Jenner, el descubridor de la vacuna de la viruela dedicó a la expedición de nuestro doctor Balmis a las entonces colonias españolas en América y Filipinas. Francisco Javier Balmis Berenguer nació en 1753 en la Plaza de la Fruta, detrás de nuestro Ayuntamiento. A los 25 años ya era médico cirujano por la Universidad de Valencia, a los 33 era académico de la que hoy es Academia de Medicina y a los 42 médico de cámara del rey Carlos IV. Pero además de médico e investigador, especialmente interesado en los métodos de terapia naturales de los indígenas americanos, Balmis era también como buen militar, un hombre de acción. Por todo ello fue designado por el Rey para capitanear la expedición de la vacuna.

La viruela, el virus más mortífero que ha conocido el hombre, a finales del siglo XVIII estaba provocando 400.000 muertes al año en Europa, y millones en América, hacia donde parte Balmis en 1803 capitaneando la memorable expedición de la vacuna. Mediante el novedoso y sorprendente procedimiento de los niños portadores, la vacuna llega con toda su eficacia a las colonias y se consigue no sólo su inoculación, sino también su conocimiento, su metodología de producción y la organización de la estructura sanitaria necesaria para generalizar su aplicación. Después de América se dirigió con los mismos objetivos y éxitos a Filipinas, e incluso a China. Millones de vidas se salvaron gracias a su arrojo, a su entrega y a su gran capacidad como médico y organizador.

No obstante, de todas las virtudes de Balmis una resplandece en la Historia por encima de las demás. A la vuelta de su viaje, y en plena guerra de España contra Inglaterra, recala en la isla de Santa Elena, colonia británica que estaba padeciendo una gravísima epidemia de viruela, y consigue vacunar a todos los niños de la isla. Su amor a los demás estaba por encima de las naciones y sus guerras. Gracias a contribuciones como la de Balmis, la viruela se declaró totalmente erradicada del mundo en 1980.

El próximo viernes, la Fundación Doctor Balmis del Rotary Club de Alicante hace entrega de su galardón anual en memoria de nuestro paisano universal. Rotary Club, asociación humanitaria que promueve acciones de servicio, protección social y ética profesional, está empeñada en estos momentos en la erradicación de otra enfermedad terrible, como es la poliomielitis. Y en la línea de impulsar la medicina preventiva, la Fundación ha creado este Premio Balmis que se entrega cada año a personas que han destacado en esta noble actividad de la prevención de enfermedades y preservación de la salud. Este año el galardón recae en el prestigioso doctor don José María Aranaz Andrés, jefe de sección de nuestro Hospital Universitario y profesor de nuestra Facultad de Medicina, un auténtico experto en investigación epidemiológica de la asistencia sanitaria, y también como el doctor Balmis con una amplia trayectoria de colaboración con América latina.

En estos tiempos convulsos de crisis tanto económica como de valores, la sociedad debe rescatar principios con altura de miras, de abnegación en el trabajo con el objetivo último de hacer el bien a nuestros semejantes. Es el único modo en que podremos volver a creer en nosotros mismos para superar nuestras dificultades. El ejemplo del doctor Balmis, o el de uno de sus continuadores como es el doctor Aranaz debe iluminarnos en este camino.

"Amar y sufrir defendiendo lo que se ama es la única forma de vivir con plenitud y dignidad" (doctor Francisco Javier Balmis Berenguer. Alicante, 1795. Madrid, 1819).