En la primavera de 1957, el hispanista Ronald Fraser (Hamburgo, 1930-Valencia, 2012), llegó a Mijas con la intención de convertirse en novelista y reflexionar sobre sí mismo. Escribió durante un año entero, tiró a la papelera su trabajo, volvió a Londres y se convirtió, aun no siendo marxista, en gerente sin sueldo de la revista New Left Review. En abril de 1969, The Times publicó en su primera página la noticia de un alcalde socialista de Mijas, Manuel Cortés, barbero de profesión, que había permanecido escondido en su casa durante 30 años. Fraser volvió entonces a España y en 1972 publicó In hiding: the life of Manuel Cortés, traducido hasta el japonés y que en España se pudo leer en 1986 (Escondido, el calvario de Manuel Cortés, Alfons el Magnànim, Valencia). El libro contaba la historia de un hombre oculto en su casa, mientras su mujer, la verdadera protagonista del relato, se dedicaba al estraperlo de supervivencia, por lo que tenía detrás a la Guardia Civil y la única hija creció sin saber que el padre vivía con ellas. Manuel Cortés sólo pudo ver a su hija vestida de primera comunión por el agujero de la cerradura, hasta que el matrimonio consideró que a la niña se le podía contar la verdad. El libro cosechó un gran éxito y en Estados Unidos fue Arthur Miller uno de sus mejores propagandistas. A continuación, un periodista del New Yorker, Alistair Reid, convenció a Fraser para que construyera una historia de la Guerra Civil española a través del testimonio de la gente común. Durante dos años, Fraser recogió por toda España más de 300 testimonios que acabarían siendo, después de tres años más de escritura, la base de su libro Blood of Spain (1979). El profesor Josep Fontana escribió que nunca le gustó la traducción literal del trabajo y que se pasó algún tiempo buscando algún verso que viniera al caso. Lo encontró con Luis Cernuda y convenció al editor, Gonzalo Pontón: "Recuérdalo tú y recuérdalo a otros/ cuando asqueados de la bajeza humana,/ cuando iracundos de la dureza humana:/ este hombre solo, este acto solo, esta fe sola./ Recuérdalo tú y recuérdalo a otros".

El libro acabó siendo un clásico, a pesar de los 15.000 ó 20.000 que se han publicado sobre la Guerra Civil española y provocó además el efecto contagio, de forma que comenzaron a ser frecuentes los proyectos colectivos de lo que, a partir de entonces y en todas partes, se conoció en España como Historia Oral, reconvertida de manera inmediata en Fuentes Orales, porque no se trataba de una nueva forma de hacer Historia sino de una fuente más, necesariamente complementaria con las fuentes escritas. Los que tuvimos la suerte de poderlo leer en 1979 nos encontramos con uno de esos libros que cambian la percepción del pasado o que, por utilizar una expresión del propio Fraser, te ayudan a "capturar el pasado". Los testimonios daban cuenta de la llamada "lealtad geográfica" o la manera en que mucha gente sobrevivía a base de levantar el puño, el brazo o una cosa detrás de otra, en función del curso de la guerra. También, la diferencia entre los pueblos pequeños y las ciudades en el tiempo de las venganzas: las matanzas del verano de 1936 en Alcoy, Elche, Orihuela o Alicante no tuvieron lugar en pueblos más pequeños como Santa Pola, Albatera o San Vicente, sencillamente porque las relaciones humanas eran otras y el haber compartido un equipo de fútbol, una masa coral o una partida de chinchón ayudaba a salvar vidas. Si alguien quiere acercarse por primera vez a la Guerra Civil, es muy recomendable que comience con Recuérdalo tú y recuérdalo a otros (reeditado por Crítica en 2006).

Un tercer libro de Fraser que merece ser recordado es el que dedicó al pueblo de Mijas (Mijas. República, guerra y franquismo en un pueblo andaluz, Antoni Bosch, Barcelona, 1985). El medio centenar de testimonios cruzados convierte una investigación de carácter local en un libro que puede leerse en cualquier parte del mundo. Mijas es un excelente modelo de investigación para periodistas e historiadores que quieran afrontar por primera vez un trabajo en Ciencias Sociales. Dos años más tarde, publicó una autobiografía (En busca de un pasado. La Mansión. Amnersfield, 1933-1945, Alfons el Magnànim, Valencia, 1987), posiblemente el libro que no fue capaz de escribir 30 años antes.

Su última aventura intelectual fue acercarse a la Guerra de la Independencia, con la misma mirada con la que investigó la Guerra Civil. Buscar el testimonio escrito de los soldados o cartas y memorias de la gente que padeció aquel tiempo terrible. Le costó muchísimo esfuerzo pero acabó construyendo una obra maestra (La maldita guerra de España: historia social de la Guerra de la Independencia, Crítica, Barcelona, 2006), completada con su obra póstuma (Las dos guerras de España, Crítica, Barcelona, 2012). Si no conocían a Ronald Fraser, no se lo pierdan. Acabarán por leer toda su obra.