Carlos Puebla y Los Tradicionales, uno de los grupos más representativos de la Nova Troba Cubana -¡lo de "nova" suena a guasa porque cada uno de ellos tenía tropecientos mil años, sin exagerar!- compusieron y cantaban una coplica "revolusionaria" -¡oye, mi "henmano"!- en la que ensalzaban, todavía más, la gesta de Fidel "el gallego" contra el dictador Batista y la presencia americana en suelo cubano -¡yankees go home!-, porque, entre el uno y los otros, la isla se había convertido en uno de los burdeles más grandes del mundo y en un latifundio de los paisanos de J.F.K., el "presi" que -como el que no quiere la cosa- casi provoca la tercera guerra mundial jugando con misiles y "tontás" varias. Estos "chavalines", Los Tradicionales -¡supongo que estarán criando malvas- nos decían a finales de los 70 y principios de los 80 algo así como que: "Aquí pensaban seguir/ganando el ciento por ciento/con casas de apartamentos/y echar al pueblo a sufrir (...) aquí pensaban seguir/jugando a la Democracia/y el pueblo que, en su desgracia,/ se acabara de morir". Pero es que estos cabrones, en su esquizofrenia y paranoia lúdico-musical, reivindicativa y judeo masónica -que se diría en este país en una época no muy lejana- apostillaban que "se acabó la diversión/llegó el comandante y mandó a parar". ¡Alaaa!. ¿Os suena a algo?. Es un "deja vu", pero en La Muy Noble.

Y se me antoja que la diversión se ha acabado en el palacete del marquesado de Arneva, ¡me cachis!; y ahora, ¿qué hacemos?. Yo, por ejemplo, ¡no sé si cortarme las venas o dejármelas largas!; ¡si tirarme al tren o al maquinista!. Seguro que me pasa lo mismo que cuando me enteré que Belén Esteban -la reina de corazones, la más 'friki' de entre las 'frikis'; ese espejo humano en el que se miran algunas mujeres- se había ido de Ambiciones y dejó a Jesulín más "plantao" que un ciprés a la entrada de un cementerio. ¡Esa noche ni cené, ni dormí!. ¡Válgame el Señor!. Me dicen mis analistas profesionales -¡o eso es lo que ellos creen, que son profesionales y analistas!- que los del "bipartito" -"sosiatas" y verderoles- no llegan a Semana Santa o que, como mucho, sacan al Caballero Cubierto a la calle -que "pa" eso lo han "nombrao" ellos-, se comen la mona y se van "pa" la casa cagando leches. Me aseguran, incluso, que algunos ya están recogiendo papeles, y no precisamente el del water -¡o sí; vaya usted a saber!, para que el que venga detrás que arree, como diciendo que de mi curro -si es que ha "currao", que esa es otra- no se aprovecha ni Dios, ¡que lo sepas guapito de cara!. ¡Perdonaaa!; de ese curro quien tiene que aprovecharse es el pueblo, sea quien sea quien lo desgobierne. Y me chivan también que los "bipartiteros" se aferran a esa máxima de que ¡otros vendrán que buenos te harán!, lo que pasa es que eso significaría que los que vengan -¡si vienen, que creo que sí, como Mr. Marshall!- lo harían infinitamente peor y no sería bueno para nadie; bueno para ellos sí, porque ¡ande yo caliente y ríase la gente! o ¡dame pan y dime tonto!.

Dicen que ¡quien no tiene una vida entretenida tiene que entretenerse con la de los demás!. Y eso es lo que parece que ha "pasao" en el Palacio de la Esquina del Pavo desde hace casi dos años y -ya se sabe- aquellos lodos han traído estos polvos -¡huy, he dicho polvos!. Seguro que alguien pensará que tengo la mente sucia, pero no más que otros. Es muy posible que tenga razón, pero que conste que no la tengo sucia por lo que pudiera parecer, sino porque, de vez en cuando -¡más de vez que en cuando!-, me vienen a la "cabesa" unas ideas que si las llevara a la práctica temblarían hasta los cimientos del Seminario de San Miguel. Alguien me preguntó hace unos años que qué había que hacer para que la Muy Noble cambiara y yo, sin pensarlo, respondí que dinamitarla y construirla otra vez, porque, como me dijo Edu el otro día: "¡Más vale que te pille un camión que no una lengua!" y en la Siempre Fiel hay muchas lenguas que andan más sueltas que un garbanzo en la boca de un "jubilao".

En el palacete de la esquina donde empieza el barrio de El Rabaloche la gente se lo ha pasado en grande dándole a la sin hueso y partiéndose la caja viendo como aireaban sus miserias los de la bancada de enfrente, pero parece que se acaba la diversión, porque ha llegado el comandante y ha mandado parar. El problema es que los que todavía nos desgobiernan podrían haber dejado muchos heridos por el camino y me cuentan que alguien quiere cobrar facturas pendientes. Lo dijeron Los Módulos, en los 60, y lo ha "repescao" El BarrioÉ "todo tiene su fin", como el "bipartito" y esta tribuna. ¡Chimpum!