En el mes de mayo salió publicado en el semanario alemán Der Spiegel, un artículo en donde uno de los padres y creadores del TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), el psiquiatra Leon Eisenberg, decía que el TDAH es un ejemplo de una enfermedad ficticia. Difícil es hoy en día mantenerse a salvo de los manuales estadísticos de psiquiatría en donde se incluyen cada vez más y más, conjuntos de signos y síntomas que nos ponen en uno u otro trastorno, sino en varios a la vez.

En este mismo mes salió la versión 5 del DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) que incluye un número superior de trastornos que su versión anterior, cumpliendo con la norma de incrementar cada vez más los trastornos mentales, si es que lo son. Esto no ha pasado desapercibido para el mundo de la salud mental y cada vez son más fuertes las críticas que este tipo de manuales despiertan ya que reduce la salud mental a una cuestión descriptiva y estadística, llevando el campo de lo íntimo y personal a lo generalizado e impersonal. ¿Qué sucede si alguien es diagnosticado bajo las oordenadas de este manual? Una medicación ajustada y precisa le ayudará y muy posiblemente le curará para que pueda usted ser feliz.

En la última revista del consejo general de la Psicología de España se han publicado diversos artículos en donde nos muestra cómo diferentes instituciones toman una posición activa desautorizando el DSM. El Nacional Institute of Mental Health de EE UU ha decidido abandonar la clasificación DSM en donde expresan que "los pacientes con trastornos mentales se merecen algo mejor" ya que este tipo de clasificación es una agrupación de síntomas por consenso de expertos. Esto nos muestra que los mismos que han apoyado y contribuido a la creación de este castillo de naipes comienzan a revelarse contra la "criatura".

Por otro lado, la Asociación Británica de Psicología llama al cambio de paradigma en salud mental, emitiendo un comunicado en donde realizan un llamamiento internacional para abandonar definitivamente el modelo de "enfermedad y diagnóstico" en salud mental.

No podemos pasar por alto la petición de un amplio grupo de psiquiatras, liderados por el doctor S. Timimi que solicitan la abolición de los sistemas de clasificación diagnóstica DSM y CIE. En el comunicado que presentan sustentan que los diagnósticos no son válidos, que aumentan la estigmatización, no ayudan sobre la decisión del tratamiento a seguir, que el pronóstico a largo plazo ha empeorado, entre otras cosas.

Es así que este tipo de manuales "estadísticos" lejos están de poder guiar a un clínico en el trabajo a realizar con quien acude a pedir ayuda. No hay que olvidar que un diagnóstico es una herramienta que el clínico utiliza para poder guiar el tratamiento y no para poder ponerle un nombre a la persona que padece y dejarlo dentro de la estadística.

Más allá del diagnóstico y la estadística, hay una persona con una historia íntima, personal y única que ningún manual estadístico podrá escuchar. Saliendo fuera y lejos de la "zona cero" que está dejando la caída de este castillo de naipes que en nombre de la ciencia se ha levantado, es que podremos dar lugar a nuestra propia historia y así poder hacer algo distinto con aquello que nos encontramos día tras día y que son nuestros propios síntomas.