Ahora todo ha cambiado. Vamos en coche, usamos ascensores y el tiempo que pasamos viendo TV o en el ordenador es infinito. Nuestro principal deporte es el sillón-ball. Usamos el coche, incluso para ir a comprar el periódico al quiosco de la esquina. Puede decirme: no sea simple, viajamos como nunca, conocemos mundo, hacemos turismo a sitios lejanos. Sin duda es así, pero usted no se mueve, lo hace el tren, el coche o el avión, que es quien le moviliza.

Pero ¿eso es bueno? No debemos entrar en lo maniqueo de lo que es o no bueno. Todo tiene ventajas e inconvenientes. Le invito a reflexionar sobre ellas. La actividad física incluye un estilo de vida activo y ejercicio rutinario. Implica movimientos del cuerpo o parte de él, por los grupos musculares con lo que aumentamos (regulamos) nuestro gasto energético.

Las ventajas de la actividad física. Son evidentes y muchas, le aporta una mejoría sobre su salud y puede darle una vida más larga. Le ayuda a prevenir las enfermedades del corazón o en sentido más amplio cardiovasculares ya que incluye la arteriosclerosis (el que las arterias se le llenen de grasa y se obstruyan), los accidentes cerebro vasculares y la hipertensión arterial. Evita la obesidad ya que le ayuda a quemar calorías. Le recuerdo que junto a la dieta es clave en tratar o evitar la obesidad infantil. Y también la diabetes tipo 2, la más frecuente en el adulto, fortalece los músculos y flexibiliza el aparato locomotor, nos hace ágiles.

Mejorar la capacidad física prolonga el tiempo socialmente útil de las personas, de alguna forma retrasa los cambios de la vejez. Incluso mejora el aspecto físico. Da energía y puede ayudarle a reducir la ansiedad o tensión; se ha señalado que mejora la salud mental, mantiene y desarrolla la autoestima, ayuda a prevenir la depresión e incluso que mejora la imagen corporal y la líbido. Se dice que aumenta la cantidad y la calidad del sueño.

También estimula el sistema inmune, el que nos defiende de agresiones externas. Si ese ejercicio se realiza como actividades recreativas y sobre todo si se orientan a hacer deporte nos permite desarrollar cualidades físicas concretas: más fuerza, mayor velocidad o resistencia, mejorar la coordinación, y ganar en flexibilidad o elasticidad. Esa actividad ayuda a perder la grasa corporal y no aumenta el apetito, se dice que a veces lo reduce, y el entrenamiento disminuye la sensación de fatiga (vía liberación de endorfinas, que es como opio que el cuerpo produce y recoge). Dados sus muchos beneficios, algunos le llaman la droga milagro.

Todo ello referido al estado de salud, porque la actividad física también es muy útil en evitar enfermedades como obesidad, osteoporosis, hipertensión arterial, diabetes, cáncer colo-rectal y/o de próstata, algunos incluyen el de mama, el asma, enfermedades coronarias, etc..

Los inconvenientes de la actividad física. También los tiene y conviene conocerlos. Van ligadas sobre todo al tipo de ejercicio que se realiza, si falta preparación o entrenamiento y al tiempo de su duración. Moverse puede aumentar o disminuir el riesgo de lesionarse, sobre todo dependiendo del tipo de actividad. Pero hay que saber que la falta de actividad física está detrás de un 12% de las caídas de los ancianos y del 6% de las muertes del mundo, de hecho la inactividad es el 4º factor de riesgo de muerte evitable. Se desaconseja realizar ejercicio 2-4 h antes de ir a dormir ya que este libera endorfinas que pueden impedir conciliarle pero hacerlo de forma regular unas horas antes mejora nuestro sueño.

Mitos o falsedades sobre la actividad física. Con frecuencia estas son falsedades en las que nos refugiamos: a) No tenemos tiempo (cuando no siempre exige tiempo extra, puedes hacerla en tu vida diaria); b) Cuesta mucho: quizás si te planteas ir a gimnasios o gastar en equipamiento, pero puedes aumentar tu actividad sin ello; c) Pensar que sólo es para jóvenes: Nos beneficia a todos y todos podemos/debemos hacerla, adaptada a nuestras circunstancias; d) Cuanto más mejor. No es cierto, hay que valorar intensidad, duración y tipo de actividad y ajustarlos a cada situación, edad, etc.

Actividad física y ejercicio físico. El ejercicio es una actividad física planificada, estructurada que hacemos con el objeto de aumentar nuestra aptitud física. Una forma específica de hacer ejercicio físico son los deportes.

La dualidad en los deportes. Muchos implican una actividad física, pero a la vez son espectáculo. Se ha dicho que son el opio del pueblo. Probablemente es una exageración, pero no cabe duda contribuyen en gran manera a rellenar, a consumir tiempo, rellenar el ocio, Y aportan ventajas. Por ejemplo: Hacen felices a la sociedad, entretienen. Algunos deportistas, que son buenos con ellos ganan mucho dinero. E incluso ejercen de líderes, o exhiben buenas virtudes como la modestia. Los equipos concitan sentimiento de grupo y surge una nueva categoría social: los hinchas. El deporte premia el valor del esfuerzo y exige disciplina y sentimiento de equipo/grupo.

Pero también tienen inconvenientes. La mayor parte de los deportes (que son espectáculo) incitan a la inactividad a los muchos que los siguen ya que son infinitamente más los que los practican. Los más los ven por televisión. Y lo peor: crean diferencias, los de un equipo acaban como enemigos de los de otro. Y deberían ser como diferencias que estimulan y anécdotas que nos hacen diferentes (todos los humanos lo son y no nos consideramos enemigos).

Y luego hay otros: incluso algunos implican riesgo físico para los que los practican, y hay otros temas como el dopaje o los sueldos súper. ¿Tiene sentido que una hora en la mina sea retribuida millones de veces menos que una hora jugando al futbol?

¿No cree que deberíamos ejercitarnos, movernos para construir un mundo en el que acortemos las diferencias? Al final todos vivimos un número parecido de años, y para todas las horas tienen sesenta minutos.

Por su salud: ¡muévase!