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Antonio Rodes

Opinión

Antonio Rodes

Adiós, Elche, adiós

Las cosas deben obedecer a una lógica. Incluso en el fútbol, donde la falta de lógica debe reservarse exclusivamente al sagrado ámbito del talento, el césped y el balón.

Y esto no tiene lógica.

Veamos. El mundo del fútbol en España estaba sometido a un régimen jurídico corporativista, atípico, en definitiva extrajurídico en el que la propia autoridad deportiva adoptaba decisiones al margen de la lógica mercantil, económica y de mercado. Por ello, los reverendos y bienpensantes dirigentes decidieron en su día transformar ese pintoresco régimen jurídico en otro perfectamente homologable a la realidad. Y así los clubes se convirtieron en sociedades anónimas.

Pues bien, a las sociedades anónimas, cuando incumplen una obligación, la legislación mercantil no les condena a buscar un mercado inferior al que tienen. Se les obliga a cumplir. No se aplica un correctivo penal a una sociedad porque de lo que se trata es de que pueda seguir cumpliendo con su mercado, sus trabajadores y su producto en condiciones correctas. La medida penal se aplica, en todo caso a sus administradores que son los que han incumplido o han gestionado de manera poco diligente.

Sin embargo, en el ya muy llorado caso del Elche CF, esta lógica regeneradora no existe, al parecer. Se condena a la sociedad a pesar de haber dado muestras de querer cumplir. Y se deja indemnes a sus nada diligentes administradores que le condujeron a tan penosa situación.

O sea, aquí se condena al Club S.A, a sus jugadores, a sus aficionados. Y ni la más remota noticia respecto de sus muy negligentes administradores, sean éstos los penúltimos o los últimos.

Y más aún. La legislación mercantil tiene por objeto velar por el estricto cumplimiento de las obligaciones profesionales. ¿A quiénes van a obligar a hacerlo?. ¿A sus jugadores?. ¿A su entrenador?. ¿A su cuerpo técnico?. ¿Más aún de lo que lo han hecho?.

Y, por su parte, la legislación penal tiene por objeto castigar a los infractores de la ley y procurar su rehabilitación y reinserción. ¿A quién van a rehabilitar?. ¿A la afición del Elche C.F?. ¿A quién van a reinsertar?. ¿A una ciudad que siempre se entregó ciegamente a una institución que fuera su más potente factor de cohesión?.

No. Hoy ya sabemos que la medida de la muy ostentosa autoridad deportiva no era una medida regeneradora. Era una broma macabra.

Y ante ello hoy sólo cabe la rebeldía. Hoy. Mañana, la exigencia de responsabilidades.

A todos. A todos. Y, perdónenme, quizás a alguna.

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