Resulta incomprensible que el gobierno municipal y toda la oposición dejen Elche cerrado por vacaciones sin generar ideas y ayudas al comercio, al turismo y a los ilicitanos que se quedan.

El cerrado por vacaciones de las actividades municipales, desde luego no es ningún ejemplo para ayudar al comercio y turismo local. No hacer nada en verano (ya lo hacía el PP). Seis partidos, con los correspondientes asesores y funcionarios a dedo, sin concurso público, cobrando privilegiados sueldos de la corporación ilicitana, dan para mucho, que menos que cada partido, responda a sus compromisos, y presente una serie de propuestas para animar la ciudad y los barrios. Deberían de dialogar entre otros colectivos, con el Observatorio de la Cultura. Otro esfuerzo gratuito y altruista que aglutina a la sociedad ilicitana, que ya se ha presentando a los nuevos responsables municipales, y como si nada, que clama al cielo colaboración para poner al servicio de la ciudad toda una seria de iniciativas culturales de animación y ocio, que complementen durante todo el verano una serie de sinergias participativas, entre todos, en los puntos neurálgicos, plazas y espacios públicos al aire libre con que cuenta nuestra ciudad. Como en cualquier lugar de la provincia se suelen realizar creando motivos de diversión y entretenimiento en el ámbito cultural, musical, etc.

Es una pena que el nuevo gobierno municipal y los tres partidos de la oposición, tampoco reaccionen a una necesidad pendiente y apremiante en muchos años, como lo es apoyar al turismo y al comercio ilicitano en verano, ofreciendo actividades socio culturales y atractivos turísticos. A partir del 15 de agosto no se puede dejar la responsabilidad, como se está haciendo, sólo en los comercios sin generar ofertas culturales y atractivos turísticos.

Desde luego que no está nada bien, tener cerrado el Hort del Xocolater, el Palacio de Altamira, La Rotonda, las plazas públicas, sin programar actividades musicales, culturales, como los cines de verano diario y permanente, rutas, actos y eventos, en los espacios medioambientales como los huertos públicos, arquitectónicos y museísticos. El Mirador de la Torre de Vaillo, por ejemplo, continua cerrada, cuando es uno de los lugares de máxima atracción turística y social, que no se promociona porque permanece incomprensiblemente cerrada, después de haberse realizado una magnífica rehabilitación por los técnicos de la Mesa de Patrimonio Local y la escuela de taller municipal.

En fin es lo que hay, más política, ocupar cargos, irse de vacaciones y después veremos. Están a punto de cumplirse los 100 días de gracia, y aún no han convocado ni anuncio cuando se iniciarán los foros y mesas sectoriales de participación ciudadana. Las promesas más importantes y recurrentes de todos los partidos políticos en los procesos electorales. ¿A qué esperan? ¿A las próximas elecciones?