Históricamente el municipio de Elche viene sufriendo una innegable carencia de infraestructuras que, correspondiendo su ejecución a otros niveles institucionales: Diputación Provincial, Generalitat Valenciana o Gobierno Central, no llegan o llegan tarde y mal. Tenemos claros ejemplos, como la Ronda Sur que fue inaugurada en marzo de 2015 con mucho retraso sobre la fecha inicialmente prevista y que todavía está pendiente de la segunda fase que la terminaría totalmente. Otro ejemplo son los terrenos donde se construyó la Universidad Miguel Hernández, cuyo costo fue asumido íntegramente por nuestro Ayuntamiento, que, recientemente, ha calculado en unos 43 millones de euros, y que supone una clara discriminación de nuestra ciudad sobre otras de nuestra Comunidad que tienen campus universitario y cuyos terrenos fueron financiados directamente por la Generalitat Valenciana. Si nos referimos al trato recibido desde la Diputación Provincial llama la atención que todos los organismos que dependen de esta institución estén ubicados en la capital de la provincia, ninguno en Elche.

Hace unos meses, diversos medios de comunicación locales informaban de que desde el PSOE local iban a reclamar al Ministerio de Fomento las infraestructuras viarias pendientes en la ciudad, como la conexión de la futura estación del AVE con la Vía Parque Elche-Crevillent (que por cierto ha quedado prácticamente en apeadero), así como la conexión ferroviaria de línea A-E-M con el aeropuerto y con la estación del AVE. En este último caso, me preocupa que, como se ha indicado en algún foro, el cercanías Alicante-Murcia transite por la línea del AVE desde Alicante hasta Monforte del Cid y desde aquí continúe hacia Murcia, con parada en la nueva estación en Matola, pero dejando fuera de servicio el actual tramo que pasa por Elche con paradas en las estaciones del Parque y Carrús. Esto sería catastrófico para los ciudadanos de Elche que diariamente utilizan este medio de transporte, ya que se verían obligados a desplazarse hasta Matola con la consiguiente incomodidad y pérdida de tiempo. Asimismo, la ciudad vería incrementada la circulación de vehículos, ya que muchos ciudadanos descartarían este medio, por la citada incomodidad de ir hasta Matola, y utilizarían vehículos privados.

Pero, como indicaba anteriormente, la discriminación de Elche en materia de infraestructuras que dependen de otros niveles institucionales tiene que tener algún o algunos motivos.

Ya se ha comentado en diversos debates que Elche tiene escaso peso político, tanto en Valencia como en Madrid. Asimismo, que no existe un gran lobby de empresarios locales que reivindique mejoras para Elche. Pero quiero indicar uno más que, he comentado en algún foro que otro y me parece muy importante: la economía sumergida en Elche.

Sí, esta faceta de Elche que todo el mundo sabe, pero que nadie se atreve a admitir y denunciar, principalmente los partidos políticos. Se estima que la economía sumergida en Elche supera el 30% de la producción del municipio. Es decir, no se está contribuyendo al fisco lo que realmente se debería contribuir en función de la generación real de riqueza. Es una de las ciudades de España, por no decir la que más, que mayor porcentaje de economía oculta.

Por tanto, si no se contribuye lo que se espera de un municipio como éste, cuya apariencia de riqueza y ostentación es muy superior a la que se declara, qué podemos esperar recibir.

Aconsejo analizar este punto, porque quizá sea ahí donde estén las aclaraciones de esa marginación que nuestro municipio tiene históricamente en materia de infraestructuras.

Por otra parte, también indicar que esta ocultación de economía también afecta a los ingresos que el Ayuntamiento recibe a través de la participación en los tributos del Estado, ya que el cálculo se realiza en función de los impuestos estatales que se recaudan en nuestra zona.