En el enorme listado nacional de municipios que tienen obras públicas acabadas y sin utilizar, Elche no podía dejar de figurar. Hasta ahí podríamos llegar. No seremos capital de provincia, pero casi, también tenemos nuestras cositas.

Es verdad que es difícil significarse en un país que ha construido aeropuertos sin aviones, autopistas sin coches, más líneas de AVE que nadie y con estaciones en las que sube una o dos personas a la semana. Por no hablar de Parques Temáticos como nuestra cercana Terra Pírrica (o tal vez era Mítica?), donde ingentes cantidades de dinero público se han despilfarrado en obras y también en bolsillos particulares.

Hay mucha competencia por ver quién tiene la obra más inútil, la más costosa o la que más tiempo lleve sin saberse qué hacer con ella. Elche, afortunadamente, no compite en ése despropósito. Eso no quita para que también aportemos nuestro granito de arena a ese listado.

Y menos mal que la Oficina de Tráfico en Elche ya ha sido puesta en marcha. Unas instalaciones terminadas hace años para que la DGT las abriera al público. Años de espera sin justificación alguna y la gente de Elche teniendo que acudir a Alicante para todo tipo de gestiones. Se nota que eran para Tráfico pero no habían especificado que era Tráfico lento, vamos, tan lento que ha estado hasta parada su puesta en marcha.

También parece que el Centro Hernandiano se quiere poner en marcha. Lo hace en «diferido». Ahora un poquito, se para, luego otro poquito, a ver si es la definitiva. El personal que a él se iba a dedicar y las declaraciones de lo útil que iba a ser para estudiar la obra de Miguel Hernández, que, encima, allí no va a estar por haber tenido que volver al exilio, sí llegaron pronto. Veremos lo que dura en esta ocasión.

Nuestros nominados en obras acabadas hace años y sin utilizar la encabezan el albergue juvenil de Altabix y el Instituto Tecnológico de la Palmera. El 20 de noviembre de 2009 se aprobó la construcción de ambos por el Ayuntamiento de Elche. Terminadas las obras hace años, todavía no se han estrenado para el fin previsto. Tenían presupuestos de alrededor de 2,5 millones de euros cada una y se acogieron a los planes «C» de la Generalitat. Del espacio dedicado al Instituto Tecnológico de la Palmera se decía que allí iría la Estación Phoenix y sería un referente internacional para la investigación sobre el palmeral. Cinco años después de terminar las obras, una parte de las instalaciones se encuentra cedida a APSA, una Asociación Pro Discapacitados, y otra a la Junta Mayor de Cofradías de Semana Santa. La tercera parte, la más grande, sigue vacía y se ha decidido su privatización mediante un extraño concurso al que, aún más extraño, sólo se ha presentado una oferta. Ni la Estación Phoenix después de su liquidación por el PP ha sido capaz de resucitar, a pesar de su nombre, y del referente internacional del palmeral que iba a ser, si te he visto no me acuerdo.

Lo del albergue juvenil de Altabix se lleva la palma. En septiembre de 2013 se decía, por responsables del Ayuntamiento, que se acabaría ese año y que contaría con 30 habitaciones con baño propio, que darían cabida a 65 personas. Nunca se ha utilizado, los jóvenes que allí podrían haberse alojado tal vez peinen sus primeras canas. El edificio está aparentemente acabado pero no tiene equipamiento ni personal. El año pasado se prometieron 135.000 euros para equiparlo pero se ha supeditado a la venta de terrenos en 2017. La sensación de abandono es total. Las malas hierbas y un arbolado descuidado acabarán tapando el edificio y tal vez así olvide, quién corresponda, que allí un día se construyó un edificio que costó más de 2,5 millones de euros y que están enterrados, de momento, entre una repelente «zona verde» nada menos que en plena avenida de Alicante y frente a la Ciudad Deportiva.

Estos ejemplos citados, que no son únicos, también son Patrimonio de la ciudad. Son recientes pero se construyeron con dinero público para fines que se dijo que eran necesarios. Poca excusa tiene su actual situación. Es de exigir soluciones rápidas y coherentes con lo que motivó su construcción.