El premio a la mejor película en la ceremonia de entrega de los Oscar de este año ha sido para Moonlight, que es un filme en el que su director, Barry Jenkins, narra la historia de un joven huidizo y hermético, en un difícil entorno familiar y social.

El guión relata la búsqueda por una persona de su identidad personal y nos sumerge en diferentes etapas de la vida de un joven afroamericano que crece en una conflictiva zona de Miami, con una difícil niñez ante el constante acoso de sus compañeros de escuela y la tortuosa relación con su madre drogadicta.

La historia a continuación muestra la conflictiva y convulsa adolescencia del protagonista y cómo conoce a quien será un gran amigo, con el que irá advirtiendo sentimientos profundos que le llevarán a descubrir su homosexualidad.

Finalmente, en la última etapa de la película, se nos presenta a un joven adulto que, tras la fachada de hombre duro, esconde un alma destrozada por tanto abuso y abandono, con una búsqueda anhelante del amor y de la felicidad.

Y me parece una gran película esta historia de violencia, drogas, homofobia y acoso, pero también de emociones y sentimientos, en la que se cuentan las dificultades y dudas de un hombre en la búsqueda de su identidad, agravadas por la pertenencia a una sociedad, que no tiene inconveniente en discriminar y agredir a las personas que estima diferentes.

Y es que en esa búsqueda de la identidad como persona, el ser humano se plantea su naturaleza y carácter para ser de verdad auténtico, sin miedos ni mentiras, intentando encontrar su esencia, su aliento y sus certidumbres, así como sus habilidades y valores, creencias e intimidades.

Pretendiendo expresar sus deseos, gustos, necesidades y sentimientos y, en resumen, atreviéndose a ser uno mismo en las relaciones con los demás y consigo mismo, para encontrarse interiormente realizado y en paz.

Hablo con una amiga y le cuento lo interesante que me ha parecido esta brillante película, galardonada como mejor filme en los Oscar 2017, en una ceremonia que pasará a la historia por el error cometido en la concesión del premio al anunciarse que se otorgaba a la película La La Land, a la que, fíjate, me dice mi amiga, y para que veas, a mí me gustó mucho más.

Pero dime, Marisa, ¿tú qué opinas?, ¿Moonligth o La La Land?