e nuevo Elx queda marginada en los Presupuestos Generales del Estado. Es verdad que casi nunca hemos sido excesivamente beneficiados por ésa especie de «Lotería» que son las inversiones a desarrollar por el Gobierno de España. Pasamos, más bien, desapercibidos a la hora de contar en el reparto de la tarta presupuestaria.

Y eso que no somos nada conflictivos, o tal vez sea por eso. Miremos lo que ha pasado en Cataluña. Para intentar desactivar problemas, Rajoy ha anunciado una lluvia de millones en inversiones. Es verdad que se puede quedar en una lluvia de promesas incumplidas. Pero aquí casi ni gota. Siempre se ha dicho que el que no llora, no mama. Tampoco tenemos un peso específico donde se toman las decisiones. Por vez primera ni siquiera tenemos representación local ni en el Congreso ni en el Senado.

Y nuestra capacidad reivindicatoria en Madrid no parece muy determinante. Si exceptuamos la petición de la vuelta de la Dama a Elx, que lleva décadas y multitud de gestiones para conseguirla y sólo ha venido en dos ocasiones, para el resto de temas pendientes nadie vería mal que se hubiera viajado más a Madrid a exponer nuestras necesidades y ejercer el esfuerzo suficiente para que Elx reciba las inversiones que merece y que, a través de los impuestos que pagamos, creo que tenemos derecho a disfrutar.

Es cierto que los Presupuestos Generales para 2017 tratan mal a todos los valencianos. Tal es así que, en las Cortes Valencianas y por unanimidad, que ya es decir, se ha aprobado una resolución en la que se manifiesta la queja por el trato recibido. También es cierto que las direcciones estatales de PP y Ciudadanos ya han obligado a matizar dichas críticas y más de uno y una se está viendo obligado a «donde dije digo, digo Diego». A pesar de ello, es tan evidente el maltrato, que hasta el exministro García Margallo acaba de declarar que es «injusto» el trato que la provincia de Alicante recibe.

Se recortan 163 millones de euros las inversiones en la provincia. Se prevén 177 millones en 2017 frente a los 339 de 2016. Nos quitan casi la mitad. Un trato exquisito como se ve. La inversión por habitante, en la provincia, pasa de 181 ?/hab., a 96 ?/hab., muy alejada de la media estatal que está en 185 ?/hab. El País Valenciano es la peor CC.AA. en cuanto a inversión «per cápita» en 2017.

Con estos mimbres, el cesto de las inversiones en Elx es muy deficitario. En una reciente reunión, los alcaldes de Elx y Alicante manifestaron su queja por el trato recibido por el Gobierno. Curiosamente por un Gobierno al que su partido político, el PSOE, permitió gobernar. Cosas de la vida. Alguno hasta se mostró «desencantado» por el resultado. Mejor liberarse de ciertos «encantamientos» para poder afrontar la realidad.

En todo caso, hay que exigir que se presenten enmiendas para corregir esta discriminación hacia nuestra ciudad. Y no se deberían descartar otras acciones que, impulsadas por las administraciones, sirvieran para demostrar las reivindicaciones ciudadanas.

Temas como el de completar la Circunvalación Sur, que ahora acaba en una rotonda, aunque parezca un chiste; la duplicación de la N-338 en dirección al aeropuerto que se está convirtiendo en un vial muy peligroso por su tráfico; el famoso corredor ferroviario mediterráneo del que se habla pero no se presupuesta nada y del que algunos «cerebros» centralistas dicen que podría pasar por Madrid; la modernización de la línea férrea Alicante-Murcia, que ya es hora de que pase del siglo XIX al XXI, y su conexión con el aeropuerto; clarificar el tema de la estación o apeadero de Matola del AVE; el tercer carril en la A-7 en el tramo Alicante-Murcia; unas mayores ayudas al Misteri y al Palmeral, patrimonios de la Humanidad; regeneración del Pantano y recuperación del cauce del Vinalopó, especialmente en su tramo final, etc., etc.

Urge que todos, primero nuestros parlamentarios, pero también toda la sociedad civil ilicitana, tomen conciencia de esta situación y se manifiesten en exigencia de soluciones. De promesas ya tenemos el cupo cubierto.