Recién alcanzado el ecuador del actual mandato municipal, son muchas las incógnitas que prevalecen en la mayoría de los ciudadanos de Elche. Ya enumerábamos algunos puntos en nuestra tribuna del pasado 26 de junio, pero uno de los motivos que más decepcionan a los ciudadanos es comprobar que las promesas que se les hacen, por los candidatos, en campaña electoral no se cumplen o se manipulan cuando éstos llegan al poder.

El actual Gobierno local, que comenzó con una sociedad PSOE, Compromís e Ilicitanos por Elche, parecía que iba a ser el gobierno del cambio, el gobierno que esperaba la gente progresista, el gobierno que iba a ser capaz de afrontar los grandes problemas de nuestro municipio. Poco duró. Ahora el acuerdo con Partido de Elche, y, por qué no, con Ciudadanos en «la trastienda», les mantiene en el poder. ¿Se nota en la vida de la ciudad el cambio de color político? ¿Cuántos de los problemas existentes se han solucionado?

El alcalde, Carlos González, anticipándose a la crítica de propios y extraños, ha hecho su análisis de los dos años de mandato municipal intentando justificar aquello de lo que sabe que en la ciudad se le censura: inestabilidad política, la parálisis de la gestión, incumplimientos de su programa electoral (rehabilitación Mercado Central, Hotel de Arenales, Plan General de Ordenación Urbana...), falta de transparencia (ocultación del informe de tráfico del expediente del Mercado), privatización de espacios públicos (Instituto Tecnológico de la Palmera), suciedad y deterioro de la ciudad.

Son muchos los problemas que heredaron del anterior gobierno, pero sin duda el más enredado, el que está marcando el mandato y el que va a condicionar el modelo de ciudad es el proyecto de centro comercial en pleno corazón de la ciudad, ese proyecto al que algunos, los más interesados en realizarlo, para disimular tal desatino, le denominan nuevo Mercado Central.

Nuestra asociación ha tenido acceso a todo el expediente del citado proyecto y hemos detectado una gran incidencia: la ausencia del estudio de tráfico en el Plan de Reforma Interior del Mercado Central, documento indispensable, según la norma 8 del citado PRI.

¿No sabían los componentes del equipo de gobierno de la ausencia de tal estudio? Y si lo sabían, ¿por qué lo han ocultado? ¿Ni siquiera en la comisión técnica sobre el Mercado Central que, presidida por Mireia Mollá, de Compromís, debía estudiar todo el tema en enero de 2016? ¿Nadie vio nada? Se ha perdido un tiempo precioso y oportunidades de destapar errores de un proyecto que tal vez hubieran ayudado a que el resultado hoy en día fuera más favorable a los intereses de la ciudad.

El Gobierno municipal popular, en sus cuatro años de mandato, consiguió, gracias a su poco amor por el Palmeral de Elche, que una buena parte de éste quedara arrasado por acción del picudo rojo, ante la falta total de mantenimiento y de un plan adecuado de protección contra la plaga. El actual Gobierno tripartito en el Ayuntamiento de Elche ha conseguido una aparente paralización parcial del avance de la plaga, no tanto de su mantenimiento adecuado y puesta en valor. Mientras la plantilla municipal de jardineros tiene 120 empleados, la plantilla municipal oficial de palmereros consta de 21 trabajadores, de los cuales diez ejercen su trabajo cotidiano de mantenimiento de los huertos, mientras el resto están relevados de ello por diversos motivos o asignados a otras funciones, sin poder dar, así, abasto a la enorme cantidad de tareas que el Palmeral ilicitano necesita. ¿Cuándo se ampliará la plantilla municipal de palmereros adecuándola a la gran cantidad de tareas que demanda el mantenimiento del Patrimonio de la Humanidad y demás huertos del patrimonio público con personal realmente destinado a su oficio, cambiando a los que así no lo hacen a los departamentos en los que realmente trabajan? ¿Cuándo llevarán ustedes adelante una colaboración transversal de concejalías para la puesta en valor del Palmeral, con dotación económica digna del Palmeral en todas ellas?

En cuanto a educación, se puede resumir en muchas intenciones y pocos hechos. ¿Cuántos barracones se han eliminado efectivamente? ¿Cuándo se piensa modificar y actualizar el mapa escolar municipal para que sea más sostenible e inclusivo? ¿Qué programas y qué recursos se están empleando desde el Ayuntamiento contra el fracaso escolar y el absentismo?

La programación cultural parece haber mejorado. Pero queda tanto por hacer... La Alcudia como principal apuesta estratégica cultural, convirtiendo el yacimiento en un lugar de visita ineludible. La hemeroteca histórica necesita con urgencia que sea restaurada porque corre peligro de desaparición. Mayor cuidado con los fondos del Archivo Histórico Municipal de Elche y de las bibliotecas municipales. Es urgente la recuperación inmediata de la revista Festa d'Elx. Y, señor alcalde, que no se hable de la Dama para ocultar carencias culturales si no hay nada nuevo.

En definitiva, un balance poco ilusionante y que decepciona muchas de las esperanzas puestas en su día.

(*) Firman también el artículo en representación de Àgora d'Elx: Paco Cascales, Mari Paz Hernández, Darío Martínez Montesinos, José Antonio Pascual, y Pablo Fernández. Ha colaborado Miguel Ors Montenegro.