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Beneficio

Comprender la conducta humana con todas sus variables, sus factores y sus influencias es realmente complejo. Pese a ello, la psicología se ha esforzado desde su origen por lograrlo. En términos generales, hemos de decir, que toda acción que un ser humano pueda realizar está causada por la búsqueda de un beneficio. No hablamos de egoísmo, ni lo observemos bajo la lupa de la ética. Nos referimos a biología, a supervivencia, al impulso primigenio que motiva a todo ser vivo. Un simple pestañeo nos aporta un beneficio evidente: limpiar y enjuagar nuestros ojos. Por ello, esta es la primera pregunta que debemos hacernos cuando queremos comprender la conducta o la decisión de alguien: ¿Qué beneficio obtiene con ello? Pero también existen otros factores.

Los hábitos, forjados a lo largo del tiempo, y de las decisiones que previamente hemos tomado, juegan un papel importante. En la práctica no podemos pararnos a reflexionar acerca de la conveniencia de cada una de las pequeñas decisiones que tomamos, simplemente nos basamos en la repetición, en el hábito. Por eso, cuando las circunstancias cambian, puede que esos hábitos dejen de ser útiles, y que no caigamos en la cuenta de ello.

Otro grupo de factores que intervienen a la hora de decidir una conducta son los emocionales. La ansiedad puede llevarnos a actuar precipitadamente. Así, cuando se trata de decisiones que debemos tomar de manera urgente, es recomendable cuestionarnos si realmente hemos de responder ya, o podemos aplazar la decisión hasta que hayamos sopesado las consecuencias. De igual modo, la autoestima determina nuestras decisiones en tanto en cuanto creamos que merecemos unas recompensas u otras por nuestras acciones.

Dentro de estos factores emocionales encontramos las conductas evitativas, es decir, aquellas que realizamos por miedo, por no atrevernos a hacer lo que realmente creemos.

La deseabilidad social es un elemento crucial. Muchas de nuestras decisiones pretenden meramente agradar. Eso no es malo por sí mismo teniendo en cuenta que somos seres sociales y que la cooperación facilita nuestra supervivencia, sin embargo, el posicionamiento y la asertividad son necesarios para protegernos de las malas influencias.

A nivel racional, una acción está también determinada por la información de que disponemos en ese momento. Cuantas más opciones seamos capaces de barajar, mayores serán las probabilidades de éxito. De ahí la importancia de la creatividad.

Finalmente destaquemos el poder de la intuición, que como hemos mencionado en anteriores ocasiones, constituye una rápida y eficaz integración de todos los factores anteriores. Cada vez más estudios confirman la fiabilidad de este factor para elegir una conducta.

Son múltiples elementos los que influyen, como vemos, a la hora de explicar nuestra conducta. La pulcritud con la que los manejemos, conformará quiénes somos.

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