Como dirían dos mujeres divinas de la ciudad, Ula, amiga y dueña de uno de los enclaves más «divinos» de la noche de esta ciudad, Alicante o Virgina, otra divinísima que tiene el valor de abrir todos los días la persiana del Mogambo y hasta haberlo simultaneado con un pequeño restaurante en el Barrio de nuestra recoleta y coqueta ciudad, es decir, el Casco Histórico que tanto amaba aquel llamado El Brujo o Paco Huesca entre otros? pues como díria una de las «protas» de la webserie Besitos, la serie, donde me lo he pasado pipa viéndola y admirando su talento innato... ser mujer, querida, es todo un reto y una proeza de valor incalculable? porque, señoras, además de trabajar todos los días, y en todos los segmentos, incluyendo el de la casa, como la gran Alaska (ahora Olvido sólo) te toca mirar la vida pasar? pero pasar mientras te toca ser tan divina como las más divinas para que sigas mirando la vida pasar? pero de cerca. El ocho de marzo es una fecha que no puedo evitar en este domingo, que ya es 9, pero que inevitablemente me recuerda con cada uno de los momentos duros que cientos de mujeres han pasado, e incluyendo experiencias propias desagradables, muy desagradables, siguen siendo un gran motivo para dedicarle miles de letras a la palabra MUJER.
Esa que hoy tiene grandes rostros entre nosotros, investigadoras, letradas, juezas, políticas, profesoras, bomberas, policías, y desde luego dignísimas y perfectas obreras, cajeras, reponedoras y toda la gran lista de oficios que hoy, más que nunca, desempeñamos nosotras sin que se nos caiga un anillo ni de casualidad. Hoy podemos decir que aquí estamos, más fuertes que nunca y a la vez vulnerables todavía, pendientes de lacras sociales y morales como el maltrato (recomiendo la serie también online Princesa rota para ilustrar la cosa...) moralmente invencibles y recuperando el «Sentido y la Sensibilidad» que alguna vez hemos perdido en el mar de la supuesta igualdad.
Hoy seguimos siendo las que todavía tenemos que discutir por cosas que no deberíamos y seguimos y seguiremos aportando una gran cosa a la humanidad, eso llamado maternidad, (eso sí, por elección, no por obligación, eso nunca). Haremos que el mundo gire entre la humanidad de un corazón que cuando mira la cara de un niño no tiene palabras para explicar que sí, somos ese sexo que moriría por su sonrisa. Pondremos nuestro granito de esfuerzo colectivo y particular, y sobre todo una manera diferente de actuar. Trabajaremos aunque todavía no consigamos que nos paguen igual, lo cual tiene narices, y demostraremos, una vez más, que incluso cuando no nos pagan, como le pasan a cientos de preciosas amas de casa despreciadas por incluso las nuestras, somos unas trabajadoras de primera. Y al final, continuaremos en este «Show Must Go On» que, como Freddy Mercury, sigue siendo cada mañana a las siete, cuando entre olor a café y tostadas, te pones las pilas, arrastras a tus nenes, pones la mejor mirada a tu pareja, o a tus padres y consigues hasta sacar a tu perro y, entre legañas, colocarte ese rímel que te hace tan cool. Porque eso sí, sencilla, «ni muerta en la bañera»? y entre risas de bostezo, volverás a ver la vida pasar, pero con el gusto de que hoy, otro año más, queda menos para que esa fecha desaparezca por no tener sentido, Por fin. Buen Domingo.
