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Opinión

Pues cierro. Pues bueno

Aquel vendedor de cacahuetes, altramuces y garbanzos en remojo llegó a la oficina de Hacienda y pidió hablar con el que mandaba.

-Si no me hace una rebaja del 99% en mis impuestos, cierro el tenderete y la gente se quedará sin altramuces por culpa de usted.

-Si me sigue dando la lata le voy a hacer una inspección que tendrá que presentar las facturas de los calcetines.

El vendedor fue entonces a ver al alcalde, que había sido condiscípulo de guardería, años ha.

-Si no me ayudas con el de Hacienda tendré que cerrar el chiringuito, y ya sabes lo popular que es.

-Chico, con los de Hacienda no puedo hacer nada.

El vendedor salió cabizbajo, y acto seguido entro en la alcaldía el abogado de un prestigioso bufete.

-Represento a una multinacional que busca unos terrenos para crear cien puestos de trabajo.

-Tenemos unos que le saldrán gratis entre la rebaja de precio y la rebaja de impuestos locales que le vamos a aplicar. ¿Cómo se llama el presidente de la compañía?

-Pablo.

-El polígono industrial se llama San Pablo a partir de ahora.

Algunas empresas están acostumbradas a que las traten como la multinacional de don Pablo, y cuando no es así reaccionan como el vendedor de altramuces. Lo hacen porque les suele funcionar. Pueden preguntar a las compañías aéreas que subastan la elección de aeropuerto y luego condenan al ganador a una dependencia irrompible.

Google ha dado la misma respuesta ante la ley española de Propiedad Intelectual, que le obliga a pagar a los editores de medios cuyas noticias enlaza en el agregador Google News. «Pues cerramos el News», han anunciado. Lo que corresponde es que el estado responda «y a mí que me cuenta». No está bien aprovecharse del trabajo de otros para atraer tráfico a la propia web. Aunque luego lo redirija al medio original: nadie se lo ha pedido.

-Es que no ganamos nada con el News.

-Entonces lo deben de cerrar por eso y no por lo otro, ¿no?

Pero la cosa no debe acabar aquí. Si el vendedor cierra el tenderete y a la gente le gustan los altramuces, lo lógico es que otro comerciante ocupe su puesto, por el bien de elaboradores y clientes. Los agregadores son una herramienta útil para muchos usuarios, e ignorar tal evidencia no conduce a nada. Los editores de medios en la red deberían tomar la iniciativa e impulsar juntos su propio agregador, antes de que lo haga alguien desde cualquier paraíso de impunidad digital.

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