Mucho se ha hablado de la famosa ley de transparencia, pero muy poco sobre lo que de verdad importa al ciudadano y ciudadana de a pie sobre este asunto. Para entrar en materia, por si alguien anda despistado, los jueces y juezas han propuesto 58 medidas, entre ellas: elevar penas y ampliar la prescripcio?n de los delitos relativos a la corrupcio?n, adema?s de la creacio?n de nuevas figuras penales como el enriquecimiento ilícito derivado de la funcio?n pu?blica.

¿Y quie?nes son esos jueces? Pues nada ma?s y nada menos que los 45 jueces decanos, que son una muestra muy representativa de la judicatura espan?ola. Este grupo de magistrados opina que la democracia espan?ola se encuentra en un momento muy delicado, y no es para menos ya que la ciudadanía de forma mayoritaria opina que en Espan?a no hay justicia.

Veamos un dato clarificador, la media de jueces en esta Europa nuestra es de 21 jueces por cada 100.000 habitantes ¿Cua?l cree usted que es la media en Espan?a? Pues sencillamente es de 11 jueces. Esto quiere decir que la justicia para un ciudadano espan?ol va a 50Km/h y para un france?s o un alema?n va a 100Km/h; nuestra justicia circula por un camino de tierra y la justicia europea transita por una autovía. Todos y todas somos europeos pero, en lo que a justicia se refiere, parece ser que hay europeos de segunda y europeos de primera; curiosamente para pagar la gasolina somos europeos de primera.

¿Que? ma?s cosas nos plantea este grupo de expertos? Pues triplicar, sí sí, triplicar la partida destinada a Justicia para equiparar el gasto de este capítulo con el de nuestros conciudadanos europeos, concretamente el 3% de los Presupuestos Generales del Estado. Tambie?n proponen la modernizacio?n informa?tica de la judicatura, modificar el sistema de eleccio?n y nombramientos del Tribunal de Cuentas, Consejo General del Poder Judicial e incluso del Tribunal Constitucional. En definitiva, una verdadera separacio?n de los tres poderes: el ejecutivo, el legislativo y el judicial, lo cual hoy en día está en peligro en nuestro país.

¿Que co?mo se hacen estas elecciones ahora mismo? Pues por un enrevesado sistema en el que al final es el Gobierno de turno el que designa a la mayoría de los magistrados y, adema?s, tambie?n puede vetar a quien quiera. Es decir, el juez o el abogado de reconocida trayectoria profesional si es muy rojo igual no llega, y si es muy azul quiza?s tampoco, depende de quie?n gobierne. Nada importa si es un buen profesional o no... Todo es política y guerra sucia, sobre todo en lo que se refiere a la designacio?n de las personas que componen el Tribunal Constitucional.

¿Ma?s perlas? Pues como dicen los gallegos «haberlas hailas», escuchas telefo?nicas, revisio?n de aforados, privilegios procesales, reforma de Ministerio Fiscal, equipos de aute?ntica policía judicial, introduccio?n del delito de financiacio?n ilegal de los partidos, profundos cambios en los nombramientos, indultos so?lo si se aprueban por un tribunal... Pero entre mis preferidas esta? la que propone rebajar la cantidad a partir de la cual se considera que existe un delito fiscal, hoy 120.000 euros. Y yo me pregunto ¿quie?n, que? ciudadano o ciudadana puede chulearle a Hacienda 120.000 euros? ¿Usted? Yo desde luego no, pero ya tiene un dato querido lector: si defrauda usted 119.999 euros no se preocupe que no es delito fiscal, se paga la multita y arreglado, y eso so?lo si se puede demostrar el hecho.

En resumidas cuentas, y para no aburrir a la concurrencia ya que hay 50 medidas ma?s de las que podríamos hablar, lo que ma?s extran?eza causa en estas 58 medidas es por que? desde 1978 todavía seguimos así en pan?ales en materia de Justicia. Eso sí, sólo para unos pocos, ya que si un ciudadano no paga el IBI (impuesto de bienes inmuebles) o el impuesto de circulacio?n, el sistema funciona a las mil maravillas: te llega la carta del pago con puntualidad inglesa, si no pagas te llega el aviso con el recargo al segundo di?a de pasarse el plazo, si aun así no tienes dinero para pagar no te preocupes que aparecera? tu nombre en el Boletín Oficial de la Provincia y así no podra?s decir que no has sido notificado... y antes de que pase el an?o te llega la cartita amenazadora de que te van a embargar para, finalmente, descubrir que Suma te puede meter la mano en tu cuenta y cobrarse la deuda sin que puedas decir ni pío.

Y es que ya se sabe, segu?n nuestra Constitucio?n todos somos iguales ante la ley, con la excepcio?n de los ciudadanos y ciudadanas de primera y los de segunda... de los de tercera hablaremos otro día.