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A río revuelto

Mariola Sabuco

Como el perro del Hortelano

Ocho meses después de que la Concejalía de Protección Animal (Guanyar) y las asociaciones animalistas abrieran un serio conflicto en el seno del tripartito de Alicante por la supuesta y nunca demostrada mala gestión del Arca de Noé y el albergue de animales de Bacarot, después de que se organizaran campañas de descalificaciones contra todo aquel que cuestionara presuntas irregularidades que ningún informe técnico avaló y tras la manifestación frente al albergue exigiendo el cambio de gestión; nos encontramos hoy con un proceso judicial abierto sobre el Arca de Noé y con que solo Raúl Mérida opta a seguir gestionando el servicio de recogida y cuidado de perros y gatos en Bacarot. Ninguna de las entidades animalistas se ha presentado al concurso público para competir con Mérida y arrebatarle la gestión que tanto denostaron. Unas, porque no cumplen los requisitos básicos y otras, porque no les salen los números. Un albergue de animales no es un negocio y en Alicante se ha actuado como en El perro del hortelano, de Lope de Vega. Ni se come ni se deja comer.

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