Ya apuntaba maneras cuando descubrí al personaje. Iba yo por ese Ayuntamiento, feliz de haber hecho realidad el sueño de ser política (inocente de mí, que creía que aquello era como en las películas de Robert Redford...) cuando la «real politik» transformada en el transmutado Men in Black a la «sesentera» chocó con mi vida. No sé dónde dejó la guitarra y los cánticos de Joan Baez, pero todavía lo veo más cercano al suelo de la ocupación de vía publica en colectivo que en el sofá de Urbanismo y ahora ( tiembla Alicante...) en el de la Limpieza. ¿Limpieza ha dicho usted?, ¿seguro? Esto no me huele bien... ¡Madre de Dios! Si ya lo de las licencias, la ciudad paralizada, las innumerables y cuantiosas indemnizaciones por Hansa Urbana, El Plantío (y en breve las demás cuestiones que vendrán como siga en su empeño) han marcado un hito, ahora la recogida de basuras, el baldeo de las calles y la limpieza en general van a ser la Historia de Nunca Jamás. Es cierto que el desastre de Urbanismo comienza con la inefable gestión de la alcaldesa a la sazón (para qué mentarla si no hay otra igual...), pero yo, pobre de mí, pensé en mis mundos de idealismo, que la llegada de Guanyar con Podemos a esta concejalía iba a inundar de justicia, decencia, agilidad, bien público, transparencia y a la vez normalidad y estabilidad el asunto de las licencias. El PGOU iba en la misma dirección. Y hasta el Catálogo podía ser un gran instrumento de haberse hecho con cabecita. Pero hete aquí que lejos de mejorar, que ya era fácil, Mr. Pavón ha conseguido empeorar con creces la ya «fastuosa» gestión de Doña Castedo (harto complicado si se intenta incluso con denuedo.... Peligro, Pavón de aquí en adelante se revela como la aportación de la Historia de la Izquierda a la Comunidad Valenciana y a España en general. Estrella como él solo, famoso ya por sus gestos y su gran y conocida capacidad universal de diálogo... Don Miguel Ángel (ojo no confundir con el gran escultor), es una de las mentes más capaces que ha dado el avistamiento de pájaros en los últimos años para la Humanidad. No contento con intentar «tallar» la ciudad a su medida (básicamente consistente en cantar el Kumbayá en armonía ocupando el territorio del pueblo que han usurpado a los pobres «capitalistas» de las terrazas y los cafés...) además ahora dice que «Alicante no está tan sucia». En vez de preocuparse de dinamizar los PAUS, abrir vías de diálogo con los agentes urbanizadores para conseguir una justicia social importante en la distribución del territorio y el trabajo, olvidado aquel Registro de Solares que sí suponía un gran procedimiento revolucionario contemplado en la Ley del Suelo... y sigo, en vez de todo eso... En vez de hablar con cada uno de los impulsores de iniciativas paralizadas desde hace años que habían sufrido a Castedo y que creían que esta nueva izquierda era hasta una opción al lado de lo que habían pasado? el querido incentivador de una nueva forma de venganza social institucionalizada ha dejado áreas al albur, como las que controlaban la estética de la ciudad, y se ha ido a fijar en sus propias obsesiones. En una visión casi freudiana, su querido «Patrimonio Histórico», que tanto enarbola como bandera, se asemeja a la «Aparecida», pero básicamente porque sólo la ve él. Mi querido colega no brinda sin embargo el apoyo necesario cuando abandona Torres de la Huerta y permite su desmonte sin asegurar que no pase lo de la Aduaneta (todavía están sus piedras numeradas tiradas al borde del Cementerio y me temo que en casa de algunos que las recogieron...). Ikea ya es el broche. Tiene narices que ser de izquierdas, yo lo soy, suponga dejar sin trabajo a cientos de personas de la ciudad para jorobar a un empresario al que le tienes inquina personal. Eso se llama nepotismo en todo el mundo civilizado. Y mucho más grave es que nadie de su entorno esté pensando en lo único que hay que pensar, en Alicante. Hoy me siento más triste que nunca, porque la palabra ombligo cobra el sentido más terrible que cabría destacar, el de los que se lo miran por encima de todo. Menfot podría ser el término complementario. Y la ciudad sufriendo. Esperemos que sea como una gripe y que todo, como en la vida, pase y solo quede en un lejano recuerdo. Con mis condolencias Sr. Pavón.