En la sociedad en la que vivimos el acto de comer va más allá de cubrir una necesidad fisiológica, sino que tiene una vinculación social muy importante. Nos reunimos en torno a una mesa en momentos especiales, para celebrar acontecimientos, reencuentros etc. Es un acto tan habitual que no nos damos cuenta de lo complejo que es hasta que una alteración neurológica puede impedirnos introducir un alimento por la boca, porque debido a la disfagia, pueda poner en riesgo la propia vida. Esto es lo que viven día a día numerosas personas que han sufrido un daño cerebral u otras patologías que cursan con problemas en la deglución, como anomalías estructurales o funcionales, infecciones como el VIH, el herpes o por causas que afecten directamente al esófago. Para actuar correctamente es imprescindible detectarla a tiempo y solicitar la intervención de profesionales especializados.La deglución se define como el paso del alimento sólido o líquido desde los labios hasta el estómago. Es una función vital que está presente en los seres humanos desde la vida intrauterina. Se considera que es un acto continuo que involucra movimientos y acciones voluntarias, como puede ser abrir la boca para introducir el alimento, e involuntarias, como es la producción de la saliva al oler una comida que nos apetece probar. En el proceso participan  un conjunto de 25 músculos y 5 pares craneales, junto con huesos, músculos y cartílagos que se encuentran desde la cavidad oral, la faringe, la laringe hasta el esófago. Centrándonos en la disfagia, podemos considerar esta dificultad de la deglución como una alteración que hace que no se pueda transportar el bolo alimentario de la boca al estómago correctamente. Esta es una problemática con la que los logopedas nos enfrentamos frecuentemente, en especial con pacientes de edad avanzada o con algún daño neurológico que dificulte este proceso. Hay diferentes signos de alarma o manifestaciones clínicas que nos pueden ayudar a detectar un posible caso de disfagia: ?Tos antes, durante o después de la deglución?Fatiga después de comer.?Salivación abundante.?Escape del alimento de la boca o Regurgitación nasal.?Atragantamientos?Carraspera?Estornudos  Son alteraciones que están insuficientemente diagnosticadas a pesar de la importancia que tiene una buena valoración para poder establecer las causas exactas de la dolencia. Si alguna vez se detecta alguno de estos síntomas es recomendable que se realice una exploración inicial para buscar las causas que provoquen la alteración.Las consecuencias de la disfagia pueden ser varias, aunque todas ellas tienen un efecto adverso en la calidad de vida de la persona que la padece, como la desnutrición y la deshidratación, al no poder realizar una deglución completa, o la aspiración y la neumonía, al pasar alimentos líquidos y sólidos a la vía respiratoria, pudiendo poner en riesgo la vida del paciente. El tratamiento de la disfagia depende de la causa de las diferentes dificultades de la deglución, motivo por el que la evaluación exhaustiva es muy importante. Desde el Centro de Rehabilitación Neurológica Casaverde Muchamiel se evalúan y se tratan este tipo de complicaciones, a través de la Unidad de Logopedia, encargada de enseñar los ejercicios adecuados para mejorar las estructuras que participan, realizar maniobras deglutorias, adecuar la alimentación del paciente y siempre informar y dar pautas al familiar sobre los riesgos. Siempre trabajando con la finalidad de que la alimentación de cada persona sea lo más eficaz, placentera y segura.