El nuevo año nos trae una vieja novedad: la Conselleria ha adjudicado la elaboración de un Plan de Acción Territorial de Alicante y Elche. ¿Les suena? No es raro. En los últimos años se han presentado multitud de planes, proyectos, estudios, etc., sobre la zona en cuestión.

A lo del «Eje Alicante-Elche» de finales de los 80; se siguió con lo del Triángulo Alicante-Elche-Santa Pola, en 1993, proyecto que desapareció ante la indiferencia general, después de ser puesto en evidencia, ya que primaba determinados intereses por encima de los generales y eso que se presentó a bombo y platillo, y con fuerte respaldo institucional.

Le siguió el Plan de Acción Territorial del Entorno Metropolitano de Alicante (PATEMA), en 1997, que incluía a Elx, sin haberlo pedido, y en el que no figurábamos ni en el nombre. Ante las quejas, la Consellería, muy atenta, lo añadió y le puso PATEMAE. Quedó en nada, afortunadamente, porque nos condenaba a la marginación.

Se aprobó hasta una Ley de Creación de Áreas Metropolitanas, en 2001, con el objetivo de facilitar el gran deseo de algunos: que Alicante y Elx configuraran un área metropolitana para ganar peso e importancia de forma conjunta y crear un espacio de centralidad. Lo que no se decía era que, con tal proyecto, lo que se pretendía era potenciar la capitalidad de Alicante, como posible contrapeso a València capital, pero a costa de que Elx quedara casi como un barrio de Alicante. Así lo entendió el Ayuntamiento ilicitano de la época y gran parte de nuestra sociedad. Se consiguió parar aquel intento.

Periódicamente se han lanzado propuestas sobre este objetivo, siempre desde fuera de nuestro municipio y contando poco con él. Incluso el actual documento que presenta Conselleria reconoce, textualmente que «hay muy pocos espacios en España y en la Unión Europea sobre los cuales se hayan elaborado tantas estrategias y planes de naturaleza supramunicipal, fallidos todos hasta el momento, como las áreas metropolitanas de Alicante y Elche». Algo mal debe haberse hecho, en este tema, para esta evidente realidad.

Por eso, extraña que sea la actual Conselleria quién resucite este planteamiento, máxime cuando es público que Elx no lo demanda, y en el que su Universidad Miguel Hernández no va a participar en su redacción, al contrario que la de Alicante. La Conselleria alega, entre otras razones que, con este proyecto, desarrollará los objetivos de la Estrategia Territorial de la Comunidad Valenciana, aprobada por Decreto 1/2011 que, concretamente en el tercero, dice: «Convertir el área urbana Alicante y Elche en el gran nodo de centralidad del sudeste peninsular»

Teniendo en cuenta que la Estrategia Territorial se aprobó, en época del PP en el Consell, hace más de seis años y que ahora muchas cosas han cambiado y, entre ellas, hay un Govern Valencià bastante distinto al que la redactó, tal vez hubiera sido más adecuado actualizar, con gran participación ciudadana, dicho documento de Estrategia Territorial a la vista de los nuevos retos de la sociedad valenciana y, a continuación, con amplio debate institucional y ciudadano plantearse los nuevos modelos de ordenación territorial.

Elx y Alicante pueden y deben colaborar, en pie de igualdad entre ambas, sin subordinaciones, al igual que debemos tener una especial relación también con toda la Vega Baja, y no sólo con los tres pueblos de la misma que se incluyen en el Plan.

Y, ante todo, lo que de verdad Elx necesita es que se le tenga más en cuenta, tanto en València como, especialmente, en Madrid. Somos más de 230.000 personas que contribuimos, de forma importante, a los Presupuestos de la Generalitat y del Estado, y que estamos lejos de ser compensados por este esfuerzo y ante necesidades evidentes que tenemos.

Si hablamos de infraestructuras es inadmisible la situación en la que nos tienen: en temas ferroviarios o viarios estamos abandonados, el ministro nos ha ampliado las promesas, ya veremos. Los problemas de la línea de tren que cruza Elx; la Ronda Sur inacabada; la A-7 colapsada, etc., son problemas ya históricos que Madrid no resuelve. Eliminar los barracones en centros escolares, nuevos centros de salud y dotaciones culturales o deportivas, etc., también se hacen esperar demasiado desde València.

Lo problemas de Elx no se resolverán porque nos metan en un Plan u otro, hasta pueden empeorarlos, sólo se mejorarán si hay voluntad política donde se toman las decisiones o si hay suficiente capacidad de exigencia en las mismas. Tal vez nos falten ambas cosas y nos sobren planes que no hemos pedido.