Jack Nicholson brilla en una excelente interpretación de antihéroe, tras los muros de un hospital psiquiátrico, en la extraordinaria película Alguien voló sobre el nido del cuco del checo Milos Forman, en la que un estafador que ha sido condenado finge estar loco para evitar ir a la cárcel acusado del abuso de una joven menor de edad, siendo ingresado en un hospital psiquiátrico que, contra lo esperado y en muchos aspectos, resulta peor que la prisión, narrando la película su lucha contra el acoso hospitalario representado por una sádica enfermera, que es genialmente interpretada por Louise Fletcher, y reflejando la historia el conflicto entre el individuo y el régimen imperioso del poder absoluto.

Y ese personaje a quien da vida Nicholson es un pendenciero y libertino exconvicto acusado por diversos intentos de violación, que tras simular un trastorno psiquiátrico para recibir un trato menos severo, toma conciencia de su error ya que el régimen del hospital resulta arbitrario y despótico, por lo que tras sus diversos enfrentamientos con la enfermera que representa las rígidas reglas del manicomio, asume que dentro de cada uno somos libres para elegir y hacer lo que queramos.

Libertad interior que tiene mucho que ver con superar las numerosas creencias que nos limitan, y que pueden haberse instalado en nuestra mente como fruto de fracasos y temores y por la falta de confianza en nosotros mismos.

Y ello porque el hombre manifiesta su grandeza de espíritu cuando acepta la realidad, sabiendo aprovecharla con todas sus posibilidades y contingencias, y con los emplazamientos, coyunturas y circunstancias que la vida impone.

De modo que, a mayor contacto con nuestro interior tendremos mayor bienestar, poder personal y libertad, sin importar circunstancias externas, pues la esencia de nuestra intimidad se impondrá desde la confianza en el propio criterio emanado de nuestra voz interior, conquistando ilusiones y anhelos desde el profundo conocimiento hasta la evolución de la conciencia, para comprender lo que en verdad somos y sentimos.

Porque todo puede mejorar cada día, si ejercitamos nuestra opción interior de elegir y de tomar nuestras propias decisiones, en un camino de esfuerzo y perfeccionamiento buscando aprovechar cada instante para sentirnos y encontrarnos mejor.

Como me sucede tras ver de nuevo Alguien voló sobre el nido del cuco, y descubrirme, una vez más, ante la excelente película y banda sonora, así como ante el poderoso talento interpretativo y la carismática genialidad de uno de mis actores favoritos.

Brillante, emotivo, cautivador.

El gran Jack Nicholson.