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5 de junio, día del miedo (al) ambiente

No, no fue un lapsus visual, es una nueva propuesta a este día internacional del medio ambiente. Sin embargo, algo cambió en estos 45 años, ya no se trata de los cuatro científicos agoreros del Club de Roma de 1972 los que piensan que la destrucción ambiental por nuestro sistema productivo va a la aniquilación del mismo. Los límites y últimas llamadas ya pasaron aunque se ha ganado un pequeño espacio dentro de los mass media y agenda política internacional, desgraciadamente sin ser prioritario ni haberse aplicados medidas eficaces del problema más grave que tiene el mundo.

Un claro ejemplo de esto último es comprobar que ese probable colapso por sobrecarga (o " cambio climático") no está ni citado en las encuestas del C.I.S. en su pregunta abierta sobre la percepción de los tres problemas más graves en la actualidad. Un ambiguo "problemas medioambientales" está en la parte baja de la tabla (puesto 32) muy por detrás de otros importantes problemas como la subida del IVA, la juventud, los partidos políticos, los nacionalismos, la inseguridad ciudadana o la Calidad del Empleo y al mismo nivel que los bancos, la monarquía o la falta de inversión en Industria (Barómetro Marzo 2018, Estudio nº 3207).

Una de las razones para este desencuentro está en que la mayoría de los gobernantes gestionan y deciden para satisfacer las demandas de sus votantes actuales y futuros. Éstos "simpatizantes" se guían por lo que destacan los gestores, que son problemas de segundo orden y corto recorrido. De ahi la falta de sensibilidad y reacción, no tanto de información, ante la realidad socioambiental actual. Y dada la complejidad que requiere, puesto que entra nuestro sistema de vida en juicio ,se produce la evasión y desviación de atención a asuntos más mediáticos, inmediatos y sensacionalistas. Una vez más se confirma la dificultad de mirada perspectiva a largo plazo del ser humano. En este caso, e ignorantes aparte, quien se adentra en esta cuestión le entra el vértigo; la responsabilidad y autocrítica que requiere es dura y, por ello, su mirada va hacia otro lado por miedo a tratar la verdadera realidad.

Mientras tanto, si observamos, no ya nuestros contaminantes y alienantes dispositivos 4G, sino nuestro entorno, ya sufrimos las consecuencias de la catástrofe; veranos que no llegan, ciudades que se hacen irrespirables, pérdidas cada vez mayores de cosechas por plagas, deshielos, perdidas de ecosistemas, etc. Los records por fenómenos atmosféricos ya son algo habitual.

Lo que exigimos a quienes nos malgobierna es que nos lo ponga más fácil para transitar a un modelo viable para las generaciones venideras. Veamos algunas prioridades para desengancharnos de la dependencia de la energía fósil.

1.- Los residuos urbanos. Rompamos con los plásticos. Bien es cierto que el mejor residuo es el que no se genera (ir a producto local y a granel), pero sobre el ya generado debemos ser más contundentes. Para empezar una urgente revisión del PIR (plan integral de residuos) acorde a los dictámenes de Europa. Debemos consolidar el 5 contenedor (orgánico) y el sistema retorna de plásticos. Reducir a una tercera parte los residuos que actualmente llegan a los vertederos y evitar los que destruyen el mar es una cuenta pendiente de primer orden.

2.-.Recuperar el transporte ferroviario. El AVE ha sido una ruina social, económica y ecológica, reduciendo frecuencias de cercanías, siendo muro para muchas poblaciones, suponiendo un gasto excesivo y aplazando el corredor mediterraneo y las conexiones con aeropuerto y Valencia. La otra apuesta, el asfalto, también debe revertirse, dentro de la urbe impulsar lineas Tram, pacificar la movilidad o impulsar el carril bici que conecte Sant Joan playa con Urbanova.

3.- . Somos una zona de secano, salvo cuencas hidrológicas concretas. Dejemos ya de ampliar regadíos, seguir privatizando el agua, la apuesta por la energía hidráulica y sobreexplotar las reservas de acuíferos; aboguemos por la vegetación propia, el uso racional y público del agua y la agroecología.

4.- Impulsar las alternativas energéticas limpias, la eficiencia y la moderación en el consumo energético. A ver si caen ya los sinsentidos de la política energética estatal ante el cambio de gobierno central. La transición energética y la corresponsabilidad sobre los recursos naturales deberán estar por encima de intereses económicos.

Dejamos fuera el turismo de calidad, protección patrimonio natural, nuevos sectores industriales y de servicios, redistribución y feminización de las funciones sociales, pero pueden hacerse una idea.

Los retos tanto sociales, que pasa por la acción comunitaria frente al individualismo actual, como politicos, donde se imponga las medidas para frenar la modificación climática, deben ser el tandem que impulse el cambio necesario.

Creo que en el contexto social actual puede haber una oportunidad si se asocian adecuadamente los nuevos movimientos feministas y los ecologistas. Ante los temores expuestos, esperanza; las dos grandes pasiones del género humano como decia el polifacético Willian Morris, "donde hay que infundir esperanza a la mayoría oprimida y temor a la minoría opresora, ese es nuestro cometido." Superemos el Miedo al medio ambiente para asumirlo como propio.

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