Teniendo nuestra ciudad desde hace ya varios años toda una ambiciosa y variada programación musical por parte de las orquesta sinfónicas locales: OJPA, OFUA, OSA, ADDA, Banda Sinfónica Municipal y demás agrupaciones artísticas, se echa de menos, año tras año, tristemente, las poquísimas e inexistentes interpretaciones sinfónicas como camerísticas de la obra del compositor alicantino más universal y relevante de todos los tiempos. Y me refiero, cómo no, al maestro Óscar Esplá. Compositor quizás más conocido por la ciudadanía, por llevar su nombre una importante avenida de nuestra ciudad, el Conservatorio Superior de Música o estar enterrado en el monasterio de la Santa Faz, que por haber escuchado alguna vez en su vida un pequeño fragmento de su gran obra musical. Toda una pena, despropósito y además paradójico.

Los motivos los desconozco, pero por la calidad artística de su obra no creo que sea ese el problema. Quizás debería de haber una mayor sensibilidad por parte de todos, directores, intérpretes, profesores?, hacia su obra creativa. Por ejemplo, si consultamos las hemerotecas, en las últimas dos décadas sólo se han interpretado en nuestra ciudad las siguientes obras: Canciones Playeras por parte de la mezzosoprano madrileña María José Montiel acompañada por la Joven Orquesta Nacional de España en septiembre de 2001, con motivo del XVII Festival Internacional de Música Contemporánea de Alicante, actualmente desaparecido, así como en noviembre de 2011, la interpretación de la Sinfonía Aitana por parte de la Orquesta del Conservatorio Superior de Música de Alicante, gran trabajo con alumnos dirigido por el maestro Joan Iborra. También habría que destacar las interpretaciones en 2016 del himno republicano Canto Rural a España y la transcripción para banda de música de la obra orquestal La Pájara Pinta, interpretaciones llevadas a cabo por nuestra Banda Municipal, a la cual le doy desde esta columna mi más sincero apoyo por la labor que están realizando y les deseo que pronto recuperen por el bien cultural de Alicante su plantilla de profesores, actualmente mermada por las injustas políticas de recorte que está realizando en los últimos años el Ayuntamiento de Alicante.

Alumno de los consagrados maestros de la historia de la música como Camille Saint-Saëns y Max Reger. Esplá fue compositor de importantes obras de reconocimiento internacional como la Suite Levantina, composición con la que ganó en 1911 el Premio de Composición de la Sociedad Musical Nacional de Viena. Don Quijote velando las armas, La Nochebuena del diablo, restaura El Misteri d´Elx, la Cantata a los Derechos Humanos, encargo de la ONU o el ballet Cíclopes de Ifach, obra compuesta para los ballets rusos de Sergei Diaghilev, son composiciones que así lo acreditan.

Nuestro conciudadano Óscar Esplá, como artista creó todo un universo estético levantino apoyado siempre en su esencia, en el canto popular del pueblo que con gran maestría universalizó. Estética musical que tiene sus connotaciones y semejanzas en la literatura y pintura de los también alicantinos Gabriel Miró y Emilio Varela. Grandes artistas, que en el caso del maestro Esplá, hombre comprometido con la sociedad en los momentos difíciles y complicados que le tocó vivir como persona, intelectual y creador. Sería todo un orgullo y privilegio como alicantino, poder volver a escuchar con cierta regularidad sus composiciones en nuestros teatros y auditorios, así como reivindicar que su gran obra aparezca con cierta asiduidad en programaciones musicales futuras, además de crear, por parte de las instituciones locales públicas, un archivo histórico sonoro de su obra, grabado, no cabe duda, por nuestras apreciadas agrupaciones sinfónicas y camerísticas que en realidad son también todas ellas, un patrimonio y referente cultural en nuestra ciudad de Alicante.