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CULÉ MOYÁU

Messi y los triángulos

La presentadora de televisión Susanna Griso admite que Messi es un prodigio como jugador, pero también un personaje por descubrir porque el futbolista argentino nunca ha hilvanado tres ideas seguidas. Vale. En primer lugar, Messi siempre hilvana más de tres ideas seguidas en el terreno de juego (contra el valiente Huesca, unas trescientas), que es lo que se espera del mejor futbolista del mundo. Fuera del terreno de juego, y ante las cámaras, Messi suele hilvanar el mismo número de ideas seguidas que cualquier otro jugador que no tiene ganas de que le crucifiquen en las redes sociales. Es decir, una o ninguna. Messi no es Piqué. En segundo lugar, decir que Messi no es capaz de hilvanar tres ideas seguidas es como decir que Susanna Griso es incapaz de dar tres pases seguidos. ¿Tiene Messi la misma obligación de hilvanar ideas para los espectadores televisivos que la presentadora de "Espejo público"? Creo que no. ¿Tiene Susanna Griso la misma obligación de hilvanar pases para los aficionados que un futbolista del Barça? Estoy seguro de que no. En tercer lugar, hilvanar más de tres ideas seguidas no es digno de elogio cuando se trata de ideas de mierda. Michael Corleone, por ejemplo, hilvana más de tres ideas seguidas cada vez que abre la boca en las tres partes de "El padrino". Pero son ideas de mierda. Mejor decir "intentaré hacer una buena temporada para ayudar al Barça a conseguir títulos" que murmurar "no es personal, sólo negocios". Y en cuarto lugar, las cosas que van junto con otras cosas pueden estar juntas por puro azar o juntarse con otras cosas de manera esencial, pero sin pertenecer a la definición de la cosa. Así lo creía Aristóteles. Un futbolista que también es experto en hilvanar ideas (Busquets, por ejemplo) es una cuestión de azar; pero todo futbolista de élite tiene que juntarse con la exposición a los medios de comunicación de manera esencial, aunque sus declaraciones en una rueda de prensa o un evento publicitario no pertenezcan a la definición de futbolista. Ahí está la trampa. La suma de los ángulos de todo triángulo es igual a dos ángulos rectos, pero según Aristóteles eso no pertenece a la esencia de triángulo, que consiste en ser una figura plana delimitada por tres rectas. La suma de los ángulos de todo futbolista tiene que ser igual a dos ángulos rectos, pero la esencia del futbolista consiste en ser una figura plana delimitada por sus compañeros, sus rivales y la afición. No es por azar que Messi tenga que hablar en público como capitán del Barça, y sus palabras van juntas con su esencia futbolística aunque sin pertenecer a ella. Seamos críticos con Messi como triángulo, y comprensivos con la suma de sus ángulos.

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