Hace unos días que nuestro periódico planteó qué ocurría con el liderazgo de Alicante. Se referían a la ciudad de Alicante, pero bien habría valido para el resto de la provincia. La letanía de falta de liderazgo, agravios con respecto a València y a Madrid, la falta de un relato de capital y de provincia, y la ausencia de compromiso por lo público, se repiten en los últimos años.

Podría darse la circunstancia que ante esa depresión colectiva, el encabronamiento se haga lugar. Y entonces, espero que no, unas voces autoritarias y «fuertes» acampen en el espacio público para «arreglar esto». No es mi forma de entender la política. Tampoco el populismo barato de poner soluciones fáciles a problemas muy complejos. Aludir de continuo a «lo que el pueblo quiere», es usurpar el espacio de la crítica intelectual para implantar el sistema colectivista. Un dislate.

Pero Alicante está ayuno de «voceros», de voces que reclamen y aporten soluciones. Tiene que ver, indefectiblemente, con la falta de liderazgos. Y en esa ausencia, Alicante pierde. La retahíla de reclamaciones necesarias en esta provincia no vendrán por reclamarlas, sino por tener personas en los puestos que toman decisiones, para que Alicante tenga voz. Por eso los voceros no valen si no tienen la firma del Boletín Oficial. Es ahí, legislando y distribuyendo, donde se reparten las competencias y las inversiones. Y es ahí, legislando, donde se ponen en valor las empresas, y a sus empresarios, que crean riqueza.

La Noche de la Economía Alicantina fue como siempre. Son ya 25 años acudiendo a la misma. Pero no puedo dejar de comentarla. El presidente de la Cámara dibujó un programa electoral, pero no creo que se presente a las elecciones del próximo mayo. Ni una sola vez habló de lo que realmente hablan los empresarios. Porque claro que hablan de infraestructuras, financiación autonómica y agua. Y claro que quieren que la Administración Pública tenga más presencia en Alicante con más órganos gestores. Pero, ¿cuántos le han pedido que el Tribunal Superior de Justicia se traslade a Alicante? Una ocurrencia de barra de bar.

Los empresarios, los que levantan las persianas todos los días, le habrían pedido al president que agilizase los trámites larguísimos para montar una empresa. Le habrían pedido que eliminase el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, para que las empresas familiares y las familias no tengan un auténtico calvario. Le habrían solicitado menos impuestos que graven el trabajo. Le habrían reclamado una única tasa para montar una empresa, y no el auténtico dislate que es que cada Ayuntamiento cobre lo que les plazca por montar un negocio. Le habrían pedido más suelo industrial y más barato. Le habrían rogado que la economía digital tenga un reflejo en los presupuestos y que la Administración se ponga al día en trámites digitales, no sangrando al ciudadano. Seguro que también habrían pedido un diálogo para pactar con sindicatos el salario mínimo interprofesional.

En fin, que está muy bien pedir que se instale la Conselleria de Turismo en Benidorm, pero será más útil para los empresarios hosteleros si les agilizamos la gestión con la Administración, y beneficiamos a aquellas empresas que reinvierten sus beneficios en crear empresas, que son puestos de trabajo.

El president Puig lo tuvo difícil. Lo que llevaba escrito lo tuvo que aparcar y pasó las hojas como si fueran los naipes de un croupier. Pero si hubiese tenido cintura le habría dicho que los empresarios le piden lo que yo he enumerado arriba. Y que como responsable autonómico eliminará el impuesto de sucesiones y modernizará la Administración para que sea una aliada, no una enemiga, de la creación de empresas.

No. Cayó en la trampa del victimismo y habló de que a él tampoco le gusta la recentralización. Pues hombre, que se aclare con lo de las diputaciones. Porque, a veces, parece que tiene interés en deslocalizar Alicante. Fue una batalla de gallos, al estilo de los raperos. Lo malo es que Alicante necesita más Arkanos y menos clichés. Si no somos capaces de escuchar las verdaderas necesidades de los empresarios, montaremos muchas asociaciones de empresarios. Con sus egos, con sus cuitas personales. Pero donde haya un buen vocero alicantino, que se quiten los discursos caducos y repetitivos. Digo yo.