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Hay que fichar a Misón de Quene

Cuando Anacarsis se presentó en la aldea de Quene, donde vivía Misón, que según Apolo era el más sabio de los hombres, le encontró adaptando la empuñadura del arado. Anacarsis le dijo: "Pero Misón, todavía no es tiempo de arado". Y Misón respondió: "Pero sí es tiempo de prepararlo". Si Anacarsis visitara hoy el Camp Nou, ese estadio donde vive Messi, que según Apolo es el mejor futbolista del mundo, no encontraría a nadie preparando el arado de la vida sin Messi. Más que a un nuevo Messi (el nuevo Messi ni está ni se le espera), necesitamos a un Misón de Quene que se dedique a preparar la empuñadura del arado porque, aunque todavía no es tiempo de jugar sin Messi, sí es tiempo de preparar el Barça sin Messi. El partido de ida de la semifinal de Copa con el Real Madrid mostró la diferencia entre un Barça con Messi (aunque esté medio lesionado) y un Barça sin Messi. Qué miedo.

Dicen que a Demetrio de Falero, a quien Ptolomeo I designó como primer bibliotecario de la Biblioteca de Alejandría, le dedicaron trescientas sesenta estatuas de bronce, que además se concluyeron en menos de trescientos días. Sin duda, cuando Messi se retire el mundo del fútbol le dedicará trescientas sesenta (más una) estatuas que se concluirán en menos de trescientos días, pero ese día el Barça necesitará que el arado esté listo, y para que el arado post-Messi esté listo hay que seguir el ejemplo de Misón y empezar a prepararlo ahora. El momento más inquietante del último Barça-Madrid fue la nerviosa ovación que recibió Messi cuando salió a calentar, y el momento que mejor define lo que significa Messi para el Barça es ese en el que se percibió el tembleque que sacudió a los jugadores del Madrid cuando vieron a Messi en la banda preparado para jugar.

Es lógico que el Barça dependa de un futbolista tan descomunal como Messi, pero también es lógico pensar no solo que Messi es mortal, sino que Messi está hecho de carne y hueso y se puede lesionar en el peor momento de la temporada. ¿Tenemos el arado preparado para ganar partidos sin Messi? ¿Está listo Coutinho para sostener al Barça? ¿Se puede arar un terreno de juego con las carreras de Dembélé? ¿Luis Suárez puede dar goles sin un Messi que le dé de comer? Del mismo modo que, según la leyenda, el Cid Campeador ganó batallas después de muerto, podemos confiar en que Messi gane partidos medio lesionado. Pero eso es empate con el Madrid para hoy y hambre para mañana. Es tiempo de preparar el arado. No hay que fichar a un nuevo Messi. Hay que fichar a un nuevo Misón de Quene.

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