Según la Organización Mundial de la Salud más de 150.000 mujeres mueren anualmente por hemorragias durante el parto. El 99% de ellas vive en países subdesarrollados. Muchas de ellas podrían haber sobrevivido si los médicos hubiesen tenido acceso a bancos de sangre. La empresa Zipline ha desarrollado drones autónomos que suministran sangre a hospitales en Ruanda y próximamente lo harán en Ghana.

El tiempo de transporte desde que se solicita la sangre hasta que se entrega en el hospital oscila entre 20 y 30 minutos, frente a las 5 horas que supondría el desplazamiento por carretera. A la hora de salvar una vida cada minuto es crítico. De ahí la importancia de estos drones, que en la actualidad también reparten vacunas y otros medicamentos.