Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tiene que llover

El reino de este mundo

La muerte del cura Antonio Vivo hace ahora un año le ha librado de llevarse un par de palos de consideración en las últimas fechas: el triunfo de Vox el 28A en Torre Pacheco, su lugar de nacimiento, y contemplar la hecatombe de Anfield.

Aunque fuese una pila de años el niño mimado del obispo Barrachina, estaba contra la regresión de la Iglesia en tantos y tantos asuntos que afectan al común de los mortales. El que gran parte de la jerarquía no se mojara en el drama de la migración lo llevaba a mal traer y resulta que, en el pueblo cercano a Cartagena donde vio la luz, las hordas de Abascal se impusieron exclusivamente por la cantidad de forasteros que han llegado para acabar doblados en las tareas del campo que no quieren los aborígenes, unos vectores que, cruzados, tienen a la población en los índices de paro más bajos de la región. Pero da lo mismo. Si te pones a escudriñar datos reales y no a despotricar sobre la cantidad de negros que abarrotan tu centro de salud, entonces igual dejas de ser intransigente.

El cura necesitaba darse una vuelta por aquellos parajes, pero su reino era de este mundo. O sea, de Alicante donde durante un cuarto de siglo manejó con tino la singladura de la Casa Sacerdotal y al porrón de chavales que disfrutó allí de su colegio mayor mientras la uni tomaba forma y donde años más tarde cogió por banda Santa María para sacarla del abandono, zarandearla socialmente hasta conseguir que se involucrara todo bicho viviente y ponerla como está hoy, que da gusto verla. De ahí que el 29 de mayo de 2018 la concatedral de San Nicolás pusiera el «no hay billetes» para despedir al que este diario calificó en su crónica final de «activista ciudadano». Salvo que se me haya escapado, no ya cero propuestas desde entonces para que su nombre figure en un rincón, sino ni un recordatorio de la jerarquía eclesiástica ni de los que rigen el destino de la urbe. Con los vivos o con los muertos, no todo el desdén va a concentrarse en Torre Pacheco. Estaría bueno por Dios.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats