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No lo llaméis alpinismo

Respuestas personales a las preguntas sobre las colas en el Everest

Acabo de llegar. Los dos últimos meses los he pasado en Nepal procurando escalar la pared sur del Lhotse junto a mi muy buen amigo, el coreano explorador de National Geographic , míster Hong. A pesar de intentarlo con todas nuestras fuerzas, el mal tiempo y la intrínseca dificultad de la pared nos han impedido ascender más allá de los 7.850 metros. Arribo a casa y la gente me llama para preguntarme€ sobre las colas en el Everest. Debido a motivos de patrocinio, en esta expedición nos vimos acompañados por dos montañeras, ambas jóvenes y muy famosas en sus respectivos países de origen.

"Escaladoras" profesionales, en su "curriculum" cuatro cumbres de más de 8.000 metros cada una. Les tengo que agradecer sus enseñanzas acerca de cómo se "escalan" hoy día las montañas más altas. En primer lugar es fundamental tener siempre contigo un teléfono móvil y estar continuamente conectado a la red; su primera bronca nos cayó por no disponer de wifi en el campo base, lo que las imposibilitaba en parte (ellas disponían de otros artilugios de conexión, pero resultaban bastante caros) contar en todo momento lo que por sus cabezas pasaba. Es importante ir acompañado en todo momento por un sherpa, a poder ser dos. Te llevarán todo tu equipo personal, te tendrán puesta la tienda cuando llegues a un campo de altura, así como preparada la comida y el agua. En ningún momento deberás de utilizar el piolet, pues tendrás colocadas cuerdas fijas aún en los pasos llanos. Aparte de esto, nos reñían por no tener lo suficientemente limpia la tienda-comedor, por la comida demasiado picante (quizás no se habían dado cuenta de que habíamos sido invitados por coreanos), porque tenían que cargar con su equipo personal, porque no se las esperaba ni acompañaba a menos de diez metros de distancia durante la escalada por cuerdas fijas previamente colocadas para su seguridad. La mayor de las broncas nos cayó cuando llegamos al campo II y una de las tiendas estaba rota debido a las fuertes nevadas y vientos. Yo les había dicho que tendríamos dos tiendas, cuando ahora sólo había una en la que dormiríamos cinco personas.

¿Por qué tiene que nevar y hacer viento en la sur del Lhotse?. Además, para colmo de "desgracias", carecían de saco de dormir porque, para disminuir más el peso de sus diminutas mochilas, se lo habían endilgado a otro escalador que, cargado con sus pertenencias, no fue capaz de alcanzar la ubicación del campo. Y allí durmieron con mi saco, pues por no escucharlas€ Una de ellas, en uno de los descansos de aclimatación, se fue a ver al novio, que estaba en el campo base del Everest. Y volvió a nuestro modesto cubículo en ¡helicóptero!!

No me preguntéis cómo ni por qué pues, cuando vi llegar el vehículo, preferí introducirme en mi modesta tienda de campaña para meditar sobre los colores del agua. Para información de los que me preguntan, ésta es la gente que hace cola en el Everest, con sherpas, con oxígeno a cinco litros por minuto desde campos inferiores, con la comida hecha, la tienda puesta, el agua destilada, mucho dinero en los bolsillos y poco hielo en los crampones. Gente que tiene todo el derecho del Universo a subir el techo del mundo de esta manera (sin ensuciar, por favor). Derecho a llegar, a hacerse la foto, a contar lo ocurrido y lo no acontecido en tiempo real, a alardear de la hazaña. Yo sólo pido una cosa, si es menester. Por favor, no llamemos a esto alpinismo ni digamos que hemos "escalado" el Everest. Gracias.

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